Una dieta balanceada y nutritiva hace que todas las personas lleven una vida saludable y sin riesgos, pero en la etapa de la maternidad es primordial acudir con un especialista para tener en cuenta los cuidados que hay que tener ya que la futura mamá está alimentando también a su bebé.
Es en este periodo hay que satisfacer los requerimientos nutricionales del bebé y una de las condiciones de tener una buena dieta es no comer demasiado de cada uno de los grupos de alimentos, sino tener variedad para obtener adecuados suplementos de proteínas esenciales, minerales y vitaminas.
Llevar una alimentación inadecuada puede ocasionar serias complicaciones en el bebé y en la madre, ya que se puede presentar la anemia y/o preeclampsia durante el embarazo y muchos de los desagradables síntomas que se pueden sufrir durante la gestación tales como fatiga, estreñimiento o calambres.
Es recomendable cumplir con los algunos principios nutricionales como consumir calorías de comidas nutritivas, alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas, alimentos naturales frescos y no ayunar. No elimine los carbohidratos, ya que a pesar de que engordan son necesarios en la dieta, evite el consumo de azúcar refinado y logre que su familia participe en la dieta para mejores resultados
El aumento de peso de la embarazada es gradual, ya que dentro del primer trimestre se aumenta 1.5kg en promedio; en el segundo trimestre casi 6kg y en el tercer trimestre aproximadamente 4kg.
Aunque todas las mujeres son diferentes, el aumento de peso es de los 11 y 16 kilos, durante toda la gestación. Se debe tener un registro del peso durante todo el embarazo para comprobar que el aumento de peso sea lo más constante posible, sin subidas ni bajadas bruscas. Para ello, es preferible contar con una báscula en casa para poder tener un registro diario del peso.
Hay que recordar que la embarazada debe consumir más calorías que las que comúnmente ingería. Las proteínas son de una importancia vital para el crecimiento y desarrollo del nuevo ser. Consumir aproximadamente unos 100 gramos de proteína diariamente, es decir, unas cuatro raciones son suficientes, aunque es mejor acudir con un nutriólogo para una mejor dieta.
Las carnes rojas, que deben ser magras (quitarle la grasa antes de cocinar), incluirlas por lo menos una vez al día. Contienen una buena cantidad de proteínas de alta calidad y hierro también encontrados en carnes blancas como pollo o pescado, aunque éstas contienen menos grasa y son más digeribles.
Los componentes del huevo como el hierro, calcio, grasas, proteínas, vitaminas A y D permiten que este alimento reemplace ocasionalmente a la carne, en omeletes, budines, preparados revueltos, etc. Recuerde vigilar sus niveles de colesterol.
Los vegetales de hoja poseen importante cantidad de vitamina C y fibra. Crudos o cocidos al vapor son mejores ya que no pierden importantes sustancias nutritivas. En cuanto a los cítricos como la naranja, frutillas y kiwi poseen adecuada cantidad de vitamina C.
Hay que vigilar que no haya sobrepeso debido a que una dieta inadecuada en calorías puede ocasionar un bajo aporte de nutrientes que pueden ser negativos para el bebe.
Son pocas las veces en la vida que es necesaria una dieta estricta en la elección, cantidad y calidad de los alimentos que se ingieren, así que sería bueno que se cuente con el apoyo de las personas que rodean a la próxima mamá. Toda esta meticulosa dieta debe ser supervisada por un experto, no dejando pasar tiempo para acudir con uno de ellos para un mejor resultado.