Cuando una mujer descubre que está embarazada, las dudas y preguntas comienzan a rondar en su cabeza ¿niño o niña?, ¿se parecerá a la mamá o al papá?, ¿estará sano?, y una de las preguntas que causan más dudas es si el parto será natural o por cesárea.
Los partos se dividen en dos grupos, vaginal y cesárea y los porcentajes de estos últimos están aumentando, así que es conveniente que las madres que decidan tener a su parto de manera natural tengan presente que pueden tener complicaciones y tener que recurrir a la cesárea.
El parto natural es considerado el más indicado, ya que como su nombre lo indica, la naturaleza hace su trabajo. Esto además de que se crea una conexión emocional entre la madre y el bebé que es tan compleja de entender y que sólo las madres pueden entenderlo.
En cuanto al costo, en los hospitales disminuyen considerablemente, ya que el tiempo de estancia y los cuidados son relativamente más sencillos.
Existen muchas razones por las que un parto llegue a la cesárea, entre ellas es cuando las condiciones locales para inducir el parto no son favorables, el bebé viene volteado, infección vaginal activa que pone en peligro al bebé, desprendimiento de la placenta o cuando, mediante estudios, se percatan de que el bebé está sufriendo.
Pero también es bueno aclarar que existen situaciones en las que las últimas opciones son ayudar a la madre con algún instrumento como los fórceps, espátulas, ventosas, etc, pero los mismos pueden dañar al bebé.
La cesárea es la intervención quirúrgica que permite la salida del bebé por medio de una incisión encima del pubis en el abdomen inferior, con una anestesia desde el pecho hasta las piernas, conocida como anestesia epidural o anestesia espinal.
La cirugía se realiza con la madre despierta, pero ella no siente nada por la anestesia, sin embargo puede oír y ver a su bebé que esta llegando al mundo. Una vez que el bebé es sacado, se le limpia la nariz de fluidos y el cordón umbilical se liga (ata) y se corta.
La enfermera o el pediatra lo reciben para checar que respire normalmente y se le realiza un test llamado Apgar al minuto y a los 5 minutos.
La cesárea no corre riesgos potenciales, ya que la mayoría de las madres y los niños se recuperan bien, con pocos problemas e incluso su estancia en el hospital llega a ser de entre dos y cuatro días solamente.
En el parto natural la recuperación es mas rápida, ya que en poco menos de un día completo la madre ya esta lista para la alta en el hospital, mientras que con la cesárea la recuperación suele ser más prolongada. El caminar desde el primer día de la intervención ayuda a mejorar y acortar la recuperación.
Si el dolor de la cirugía es molesto, el doctor recomienda tomar analgésicos para que puedan ser tolerables y se pueda disfrutar de su bebe tranquilamente.
Existen riesgos cuando una madre decide que su hijo nazca por cesárea, ya que la anestesia es la que hace que aumenten las probabilidades por la reacción a la medicación; entre otros problemas están los problemas respiratorios, hemorragias e infecciones.
Sin embargo, las cesáreas se han vuelto procedimientos seguros, ya que la tasa de complicaciones serias es extremadamente baja. Pero siempre hay que estar conscientes que procedimientos como éstos, por muy sencillos que parezcan o diga el médico, pueden presentar complicaciones.
La mujer no tiene porque creer que si su primer hijo nació por cesárea, todos los demás tienen que nacer de la misma forma, ya que a menudo un segundo parto vaginal o natural no presenta problemas, siempre teniendo en cuenta la opinión del obstetra.
