Aunque el mundo de las computadoras evoluciona y cambia rápidamente, ciertas cosas permanecen igual. Una de ellas es la necesidad de más espacio en el disco duro. Hoy en día, con discos de 200 GB a un costo razonable, es difícil creer que los discos de 600 MB (0.6 GB) eran considerados enormes hace algunos años. Los discos duros no sólo eran pequeños, también eran muy caros. Por ello, algunas compañías hicieron programas para incrementar el espacio en disco duro. Esos programas comprimían todo el contenido del disco duro para liberar más espacio en el mismo.
Ahora, con el uso generalizado de internet, la compresión se necesita nuevamente, para reducir el tamaño de los archivos y que puedan bajarse en poco tiempo en las lentas conexiones por teléfono que aún se utilizan o bien para que el consumo de ancho de banda en Internet igualmente disminuya. Hoy, la compresión es tan popular que ha salido del mundo de las computadoras, funcionando en productos como el DVD, la música y hasta servicios digitales de satélite.
Aunque existen varios métodos de compresión, todos tienen algo en común. Estos sistemas utilizan un "algoritmo", que significa un programa simple que realiza la compresión. El tipo de compresión realizada depende del algoritmo utilizado.
Existen dos tipos de compresión: Con pérdida y sin pérdida. Los algoritmos de compresión con pérdida buscan partes que puedan reemplazar por otras más pequeñas. En cambio, la compresión con pérdida prácticamente construye un archivo nuevo, buscando datos que puedan eliminar. Usualmente el proceso con pérdida se efectúa después de realizar un proceso sin pérdida, por lo que resulta en una compresión mayor que el proceso sin pérdida. Sin embargo, no puede utilizarse en archivos que deben mantener toda la información, como los programas.
Como el internet hace uso extensivo de multimedia, la compresión con pérdida es muy popular. Los algoritmos de compresión con pérdida utilizan las limitantes de nuestros sentidos para comprimir aún más los archivos. Por ejemplo, eliminan frecuencias de sonido que nuestro oído no puede escuchar. Por ello, los algoritmos con pérdida son específicos para el tipo de información que eliminan (sonido, imagen, etc.). De hecho, los algoritmos con pérdida crean archivos que exteriormente se parecen al original, aunque por dentro sean muy distintos.
La compresión con pérdida se utiliza principalmente para archivos multimedia. Los formatos más conocidos son:
JPG/JPEG, para imágenes como fotografías.
MPEG-2, utilizado para videos. Algunos aparatos de DVD y DirecTV utilizan este formato, aunque ya existen algunos que soportan MPEG-4 (DivX), el cual es mucho mas eficiente al permitir que se comprima mas información en el mismo espacio. Los reproductores portátiles como iPod o las PDA que soportan video utilizan el formato MPEG-4.
MP3, muy popular para comprimir archivos de sonido, como las canciones.
Existen otros formatos que empiezan a ser populares, como el WIF, compresión superior a JPG. Incluso se está desarrollando la idea de obtener compresiones enormes, sustituyendo los datos del archivo por una ecuación de geometría fractal, pero hasta el momento no se ha podido resolver el teorema matemático que encuentra la ecuación que corresponda a los datos.
