Los videojuegos, además de hacernos pasar un buen rato, marcan momentos y recuerdos en nuestra vida. En mi caso, The World Ends With You fue uno de esos juegos que me hicieron ver más allá del entretenimiento y pensar en él como una obra multimedia que trata de transmitir sentimientos a través de un control. Su historia era interesante y abordaba la mente de un adolescente pesimista con aires de grandeza que despreciaba a la humanidad. La primera lectura del juego planteaba un escenario similar