La CMA bloqueó la compra de Activision Blizzard argumentando que Microsoft podría sacar ventaja contra sus competidores debido al poder y presencia que ya tiene en el sector de la nube. Previo a esta conclusión, la compañía celebró contratos para garantizar que los juegos de Activision Blizzard, incluyendo Call of Duty, estarían disponibles en otras plataformas y servicios. Estos fue un aliciente para las empresas relacionadas, como Nvidia, y al ver en riesgo el trato no han tardado en alzar la voz.