Con el debut de las consolas next-gen, llegaron nuevos estándares. Sin lugar a dudas, uno de los más controversiales es el aumento de los precios en los juegos. Ahora, muchos títulos cuestan $69.99 USD, lo que representa un incremento de $10 USD en comparación con la generación anterior. Parece que el nuevo precio afecta de manera negativa el rendimiento comercial de los videojuegos.