El Xbox Series S fue un gran acierto para Microsoft pues sacó la cara por la marca durante la pandemia y ha sido la opción para millones de jugadores en tiempos de crisis económica. Sin embargo, esto ha tenido su costo pues los desarrolladores no vieron con buenos ojos el tener que lidiar con un hardware inferior al de Xbox Series X y PS5, por lo que se abrió una tercera vía de trabajo que no ha sido del agrado de algunos. Pese a ello, Microsoft sigue comprometido con la consola y no permitirá que la ignoren.