El desarrollo de videojuegos en Japón se debate entre mantener su esencia y seguir creando a partir de ella o decantarse hacia el tipo de contenido que gusta en Occidente, todo en pro de los ingresos y ganancias. Final Fantasy XVI parece ser un punto de quiebre en ese sentido poniendo en entredicho lo que sucederá con los JRPG sin embargo, Hideki Kamiya piensa que esa identidad en los juegos japoneses no debe perderse.