Desde el surgimiento de la marca Xbox, y aún con la influencia que tuvo de SEGA en su momento, se sabía que el mercado japonés sería muy difícil para el negocio de videojuegos de Microsoft. Hoy, la marca no es el desastre de la era de Xbox One en territorio nipón, pero tampoco alcanza el nivel de la era de Xbox 360. Sin embargo, las bases se siguen construyendo y recientemente una ejecutiva de la compañía norteamericana envió un mensaje a los editores japoneses.