Mientras decenas de comensales disfrutan de los tacos de canasta, al fondo sobre las pintorescas paredes se observa escenas de la vida cotidiana y de lado derecho un hombre que entona música regional remata el cuadro campirano.

Esta es la escena cotidiana que se observa en la taquería La Mexicana, entre Guerrero y Ruperto Martínez, un restaurante de tacos que tiene más de 60 años de haber abierto sus puertas. 

Si alguien ha servido miles de tacos y conoce  a la perfección este oficio es  Don Aurelio Dorantes, quien ha trabajado casi 40 años en la preparación de tan solicitados manjares desde 1949, cuando el local estaba en otro espacio.

“En ese tiempo estábamos sobre la calle Espinoza en un local de madera, la gente desde entonces siempre y hasta ahorita no deja de visitarnos para echarse un taco”, platicó el septuagenario hombre.

Comensales de todos los estratos socioeconómicos hasta extranjeros, así como gobernadores, alcaldes, empresarios, artistas y deportistas,  acuden a este lugar tanto a degustar los tacos como a llevar cortes de buena calidad o dulces regionales.

De carnitas, picadillo, morcón, chicharrón, deshebrada  y frijoles son los tacos que este hombre de más de setenta años, toma de las canastas y sirve a los clientes según el gusto de cada quien.

“Ya estoy jubilado, a mi edad ya no debería estar trabajando pero como me gusta y amo lo que hago prefiero estar aquí al frente despachando los tacos pidan”, comentó Dorantes.

Quién se puede resistir  a unos tacos calientitos acompañados de su salsa martajada, limón y se refresco, incluso de pie o sentado se disfruta de la misma manera.

Don Aurelio asegura que el éxito de los tacos de La Mexicana se debe a que se ha mantenido intacta la receta original a pesar de vender en mayor cantidad hoy en día.

Comer aquí donde el espíritu mexicano se percibe a través de sus colores y la música de fondo y los tacos de canasta siempre deja un buen sabor de boca.