Por lo general, los problemas que se presentan en las plataformas digitales de videojuegos tienen que ver con la toxicidad, las trampas y la actitud nociva de algunos usuarios. Sin embargo, han habido casos en los que estos espacios virtuales han sido utilizados para fines polémicos, como el reclutamiento para movimientos políticos radicales, o incluso para concretar la venta y distribución de drogas, tal como lo refiere una reciente investigación del FBI.