Minecraft es un juego que puede reunir a la comunidad y que ha dado cuenta de que puede ser una experiencia que trasciende los videojuegos. Como prueba están las diferentes aplicaciones para llegar a más usuarios y emplearlo como herramienta para conseguir diferentes fines. Sin embargo, existe comunidad que puede ser muy tóxica y tiene el potencial de arruinar la experiencia de los usuarios. Así pasó con el proyecto de un sacerdote del Vaticano que intentó establecer un servidor para albergar una comunidad buena con intenciones de relacionarse con otras personas; sin embargo, el resultado fue exactamente el opuesto gracias a que unos usuarios organizaron un ataque DDoS.