Hubo una época en la que Silent Hill fue tan popular entre los jugadores que la percepción era que estábamos ante una IP exitosa y rentable. Sin embargo, el paso del tiempo nos mostró que esta, junto con otras franquicias de Konami, no estaban al nivel de ventas que otros editores manejaban y poco a poco los proyectos dejaron de tener argumentos comerciales para justificar su continuidad. La división de juegos de Konami se quedó con lo necesario para operar y entre las series que quedaron relegadas se encontró esta de terror, al grado de que su dominio ha estado en venta desde hace tiempo.