En julio de 2019, el Think Tank Tax Watch UK reveló información relacionada con supuestos beneficios obtenidos por compañías de videojuegos tan importantes como Rockstar Games e incluso con supuesta evasión fiscal por parte de Activision, ambas sustentadas en el goce, considerado injusto por parte de la organización, de políticas fiscales pensadas para compañías en crecimiento y no necesariamente ya establecidas. Meses después de que se hiciera pública dicha información, Rockstar Games respondió negando las acusaciones.