El acelerado ritmo de vida de la sociedad contemporánea, víctima del estrés, la mala alimentación y otros factores que perjudican su salud, han convertido al nutriólogo en aliado imprescindible para hombres y mujeres.
El estudioso de la nutrición ha cobrado un nuevo rol dentro de la aldea global, en el que nos ayuda a vernos y sentirnos bien, a través de dietas y programas de alimentación diseñados para cubrir necesidades específicas de nuestro cuerpo.
Y es que la nutrición se ha transformado en pieza clave del hombre moderno, ávido de lucir un cuerpo sano, sin olvidar las ventajas en materia de salud que conlleva una dieta balanceada.
Este balance es el fin único que persigue el nutriólogo, cuya profesión ha cobrado especial interés ante la desesperada búsqueda por lucir el cuerpo perfecto tanto en hombres como mujeres, que se rinden ante el embate publicitario que promueve siluetas perfectas, cuerpos atléticos y un estilo de vida saludable.
En América Latina, enfermedades como el cáncer, la diabetes y los problemas cardiacos, cobran miles de víctimas fatales. Especialistas apuntan a que una de las causas principales que originan el crecimiento de estos padecimientos entre la población es la mala alimentación.
Para muchos, el eje fundamental de una vida sana se centra en dos aspectos fundamentales, nutrición y ejercicio. Esta mancuerna reduce la tasa de mortalidad, fortalece la autoestima y se traduce en una mejor calidad de vida.
Por el lado de la nutrición, el nutriólogo basa su estrategia en tres aspectos básicos, que son: balance, variedad y moderación. La combinación de dichos factores es una dieta sana, representativa de los diferentes grupos alimenticios, y por supuesto acorde a nuestras necesidades de vitaminas, carbohidratos, proteínas y otros componentes.
Para muchos resulta sencillo iniciar una dieta, pero pocos tomamos en cuenta el balance que se requiere para lograr una alimentación sana, y nos dejamos llevar por artículos de revistas, y publicaciones que ofrecen remedios milagrosos para adelgazar y mejorar nuestra salud.
Es ahí donde se observa la importancia del nutriólogo, especialista que dedica horas de estudio en analizar los grupos alimenticios, catalogarlos y elaborar combinaciones idóneas según el previo estudio de nuestra composición corporal.
En la actualidad, especialistas hablan sobre el peligro de una nueva enfermedad, que se une a la anorexia y la bulimia, como un nuevo trastorno de orden alimenticio; su nombre: Ortorexia.
Del griego orthos (correcto) y orexis (apetito), la Ortorexia es un trastorno que afecta a miles de personas, principalmente mujeres, quienes llevan su afán de una dieta sana al extremo de eliminar grupos alimenticios de su régimen diario.
La Ortorexia surge a raíz de un deseo desmedido de alimentarse sanamente, que se lleva a tal grado de que despreciamos a quienes ingieren alimentos que consideramos tóxicos para el organismo, como pueden ser las carnes rojas, las harinas y algunas frutas, verduras y legumbres.
Por tal motivo, antes de aventurarse a iniciar una dieta, por más inocente que parezca, lo mejor es acudir al nutriólogo, ya que las víctimas de trastornos alimenticios corren importantes riesgos en su salud, que los pueden llevar incluso a la muerte.
Pero el nutriólogo no sólo sirve para bajar de peso, ya que una alimentación sana y balanceada permite reducir la incidencia de enfermedades, mejora nuestro rendimiento físico y mental, y nos permite disfrutar de la amplia gama de alimentos que nos ofrece la madre naturaleza, para salir de la rutina y sentirnos en sintonía con lo que nos rodea.