La obesidad es un problema de salud mundial. Si bien antes nos parecía gracioso ver a un pequeño regordete caminando por el parque, ahora nos damos cuenta que la expectativa de vida de ese niño se ve reducida debido al riesgo de sufrir enfermedades como diabetes, hipertensión, colesterol, y demás trastornos cardiovasculares.
Según datos proporcionados por el Gobierno de México, cuatro de cada diez niños en nuestro país sufre de obesidad y sobrepeso. En el caso de los jóvenes el problema prevalece, a consecuencia de una mala alimentación y al sedentarismo.
En países como México, el tema de la obesidad se ha convertido en un asunto de salud pública, debido al alto índice de mortalidad producto de trastornos relacionados con el sobrepeso.
De ahí que este tema haya dejado de ser exclusivo de los fanáticos de la moda y la belleza, para ocupar la relevancia que amerita exponer nuestra salud a los riesgos que trae consigo poseer kilos de más.
La obesidad ya no se trata de un problema de tipo estético, y para comprenderlo basta con echar un vistazo a los múltiples trastornos y riesgos en la salud que trae consigo llevar una mala alimentación.
La hipertensión arterial está estrechamente ligada con el sobrepeso, sobretodo en personas menores de 45 años, de ahí el incipiente crecimiento en el número de casos de adultos jóvenes que sufren infartos repentinos, que llegan a ser de consecuencias fatales.
La arteroesclerosis también es consecuencia de la obesidad, las paredes venosas se endurecen y se dificulta la irrigación de la sangre hacia las extremidades, una de las consecuencias palpables es la aparición de várices.
El riesgo de derrame cerebral también se hace presente por el alto nivel de grasas en el cuerpo, que obstruye el paso en las paredes de las arterias que conectan al corazón con el cerebro.
Sin duda uno de los principales factores de riesgo de la obesidad en las personas, es la aparición de la diabetes o acumulación de glucosa en la sangre; y esto se da por partida doble, ya que el sobrepeso acelera el proceso de aparición de trastornos secundarios, y crea en el organismo una resistencia a la insulina, único medicamento capaz de controlar el avance de la enfermedad.
La artritis es otro padecimiento que se relaciona al sobrepeso, sobretodo en personas de edad avanzada. Se presenta de forma recurrente en las articulaciones de rodillas, así como en la columna vertebral y la cadera.
La lista parece interminable, problemas en la piel, trastornos gastrointestinales, dificultad para tener hijos, pero sin duda una de las dificultades más grandes que trae consigo el sobrepeso es la discriminación y la baja de autoestima.
Especialistas reconocen que los trastornos de la obesidad pueden presentarse producto de problemas en el entorno familiar, que producen una profunda depresión y a su vez un incremento en el consumo de alimentos.
Los niños y adolescentes con sobrepeso deben superar obstáculos como la burla de sus compañeros, incapacidad para participar en actividades deportivas, discriminación y separación del grupo de amigos.
Y los adultos no están exentos, ya que por su complexión física, a veces les resulta difícil conseguir un empleo, recibir estímulos por su desempeño, sostener una relación formal, e incluso pueden ser objeto de violencia física y verbal por parte de sus compañeros.
De ahí la importancia de tomar en serio el asunto del sobrepeso, poner manos a la obra e iniciar un régimen alimenticio balanceado, acompañado de ejercicio para mejorar nuestra calidad de vida.