La sublevación de Santa Ana terminó en un convenio celebrado con Bustamante, por virtud del cual se reconoció a Gómez Pedraza como Presidente y se dispuso que en todo el país se celebraran elecciones de poderes locales. Fue entonces elegido D. Manuel María de Llano como representante al Congreso del Estado, y poco tiempo después vicegobernador, con cuyo carácter asumió el gobierno por renuncia de D. Manuel Gómez de Castro. De Llano nació en 1799, en Monterrey. Fue un político inquieto y dinámico y un entusiasta liberal. Puede considerarse como el primer elemento de oposición que hubo en el Estado. Su amplia cultura y su sincero interés por Nuevo León lo hicieron destacarse entre los hombres de su época. Murió en 1863. Una de las calles de dicha ciudad fue bautizada con su nombre.