Sony optó por la oposición a la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft y esa es su postura final, tal como lo confirmó Jim Ryan ante la Comisión Europea. Mientras tanto, Microsoft trata de ganar aliados y su bandera en este momento es el acuerdo por 10 años de Call of Duty en las plataformas que lo deseen, lo anterior también significa que ambas compañías han roto sus pláticas.