Una carne asada, un machacado y sus tortillas de harina de trigo o un corte fino no es lo mismo si no se adereza con alguna salsa, pero no cualquier preparación, los regios saben de sobra que si no se le pone chile piquín la comida no se disfruta igual.

Precisamente porque es un producto se cosecha en la región sur de Nuevo León a través de manos de personas trabajadoras que encuentran en la venta de este una manera de obtener algún ingreso extra.

En salsa molcajeteada de chile seco, o bien, al natural recién cortadito del árbol, este pequeño condimento hace la diferencia entre el sazón y el sabor tradicional del norte del país.

Santiago, Montemorelos, allende y Linares son los municipios serramos que más producen chiles de buena calidad que llegan a frescos a miles de mesas del área metropolitana de Monterrey.

“Es muy característico de esa región (el chile piquín) además de que es de muy buena calidad, se nota por que están grandes y jugositos, ya que crecen en la orilla de los ríos y sobre la sierra”, comentó Sara Ledezma en su local de productos regionales.  

Tal ha sido la importancia de este producto que la Facultad de Ciencias de la Tierra de la Universidad Autónoma de Nuevo León creo el Centro de Transferencia de Tecnología de Chile Piquín con 80 mil plantas en sus viveros.

Tan solo en casa se le puede dar múltiples usos y acompañar así un buen desayuno, comida o cena de toda, pues además no es dañino para la salud como otros tipos de chile que irritan el estomago.

“Es ideal para acompañar una carne seca o una arrachera, también entre bocado y bocado se puede comer así verdecito o en su caso una buena salsa para acompañar la comida del día”, sugirió Ledezma, quien lleva varios años vendiendo el producto.

El consumo del chile piquín representa un hábito alimenticio importante en la historia y la cultura de Nuevo León y es que actualmente estos provienen de colectas de plantas silvestres como se hacía originalmente. 

¿Cómo te gusta más el chile piquín?