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  1. Entre Fans
    Hay cierta dependencia tóxica en los nuevos productos Marvel a utilizar conexiones con el resto de su universo para crear interés y poner de nuevo la zanahoria al final de la caña a sus seguidores que empezó a ser bastante evidente cuando el superhéroe de ‘Spider-Man: No Way Home’ fue presentado de la mano de Tony Stark, casi como tomando la alternativa a un torero, el superhéroe estrella de Stan Lee era presentado a los profanos como "ironmancito".
    Esto derivó en dos películas muy desiguales e irregulares, que confundían el cine adolescente de John Hughes con las soap operas del Disney Channel y que proponían a un Peter Parker únicamente saltarín y bromista que ignoraba el carácter que consigue que Spider-man sea Spider-Man. Para rematar, sus escenas de acción estaban cortadas por plantilla y parecían alcanzar el punto más perezoso de la adecuación de la estética Marvel, con la iluminación al máximo y una puesta en escena funcional.

    SPOILERS DE TODA LA PELÍCULA EN ADELANTE
    Los primeros compases de ‘Spider-Man: No Way Home’ mantienen algunos de los defectos de las dos primeras películas, acumulando conveniencias de guion y escenas que no llevan a ninguna parte en la exposición de las consecuencias de la revelación de la identidad de Spider-Man. Las razones para desafiar la autoridad del Doctor Strange, y lo que es más absurdo, el desencadenante de no poder entrar en la MIT, siendo Parker un pupilo de Tony Stark miembro de los Vengadores se caen sin haber empezado a levantarse.
    Un primer acto caótico lleno de Deux Ex Machina
    Este es uno de los problemas de ubicar las películas en un universo compartido tan entrelazado. Todas esas razones tendrían más sentido en películas de Spider-Man autónomas más orgánicas, y un héroe con un harapo de colores que no llega a fin de mes, pero después de salvar el universo de Thanos en una institución corporativa, no vale que Nick Fury no esté a mano para justificar que dejen totalmente vendido a un crío que ha entrado a Stark como becario de lujo. No es cuestión de sacarle las cosquillas al punto de partida, pero resulta muy forzado.

    En Espinof Todas las películas de Spider-Man ordenadas de peor a mejor Sin embargo, cuando se pone en marcha, la segunda mitad del largometraje justifica el guirigay de momentos absurdos hasta lo ofensivo –¡Sí, salvemos una y otra vez a los pobrecitos villanos!– y las reiterativas acciones sin sentido de algunos personajes –¿por qué parece que todos saben todo lo que está pasando en todas partes estando no ya en lugares diferentes, sino en dimensiones paralelas?– con un cambio del tono de los dos primeros capítulos hacia una buena pieza de cine fantástico en su sentido más amplio, que más allá del desfile de caras conocidas es otra revisión superheróica de ‘La Pata de Mono’ como ‘WW 1984’.
    Si se es capaz de perdonar las excusas, demasiado perezosas o tontas, para poner en marcha el carrusel de ‘Spider-Man: No Way Home’, nos encontramos con una buena película de dimensiones paralelas, que empieza con el espíritu ligero de una aventura de Bill y Ted y acaba (literalmente) con señas incluso al cine de Richard Kelly, con esa MJ saludando en un guiño directo al final de ‘Donnie Darko’, también con sus dimensiones que se abren y las decisiones éticas con sabor a episodio de ‘The Twilight Zone’ de otras de sus películas.
    Tres Spider-man, un mismo lema de poder y responsabilidad
    Además John Watts pone más de su parte, con escenas de acción muy notables, como la bellísima interacción con Dr. Strange, una maravilla caleidoscópica que muestra la importancia del diseño y las posibilidades surrealistas del mundo mágico del cirujano. Si es un aperitivo de lo que veremos en el multiverso de la locura es muy prometedor. También está muy bien planteado el enfrentamiento con el Doctor Octopus y su secuencia de acción final logra completar la experiencia con una interacción en equipo memorable. Y esto nos lleva al gran elefante en la habitación, la presencia de los otros dos Spider-Man históricos en este fin de fiesta de la saga de Tom Holland.

    En Espinof 'Spider-Man 2' sigue siendo un hito del cine de superhéroes que da esperanza en el 'Doctor Strange' de Sam Raimi Lo cierto es que, operación comercial o no, más allá del plantel de villanos rescatados la inclusión de Tobey Maguire y Andrew Garfield acaba siendo mucho más que un simple despacho de cameos. Hay un propósito. La presencia de tres versiones de diferentes edades del personaje ofrece una visión de los diferentes estados de respuesta ante la adversidad del personaje. Su interacción es casi terapéutica, una puesta en común de autoayuda que la película se las apaña para convertir en magia, con un cuidado intercambio de información, entre el humor y el drama.

    Preguntas propias de personajes de Kevin Smith –¿emite tela de araña por el pene la versión Raimi?– y diferencias generacionales resultas con gracia, hacen que haya una coherencia entre sus idiosincrasias, lo que crea una química en pantalla que sirve como bálsamo a la tristeza de la muerte de Tía May, un personaje que, a diferencia del Tío Ben de otras películas, hemos seguido durante mucho más tiempo. Escenas como el rescate de MJ por la versión Garfield es un momento de redención y justicia con el personaje en la que el actor logra poner los pelos de punta en su micro 'Amazing Spider-Man 3' particular. Un guion que entiende a la perfección el material que está tratando
    La idea no tiene mucho de original dado que la vimos hace un par de años en la fantástica ‘Spider-Man: un nuevo universo’, pero lo cierto es que en este caso consigue redimir la deriva previa haciendo pasar al Peter Parker de Tom Holland de superagente juvenil Stark Jr. al verdadero hombre araña, entendiendo su dualidad moral bonachona y agresiva para llegar al corazón del personaje. Y es que el adolescente de Ditko no era el vacilón feliz que muchos han querido imaginar (o idealizar) en las anteriores, sino que siempre fue un contraste de energías, un constante dilema del tranvía con cables cruzados, un desastre noble y con poco dinero.

    En Espinof Todas las películas del Universo Marvel ordenadas de peor a mejor ‘No Way Home’ por fin ha clavado lo que hace funcionar al personaje y lo demuestra con los sacrificios que está dispuesto a realizar –en sus distintas versiones– y además lo remata con un epílogo amargo y redondo que hace pensar en todo el viaje del héroe, dando más sentido a la progresión de Holland con un par de detalles de guion excelentes, desde el colgante de Mary Jane a la táctica de Parker para desafiar al hechizo y lograr que ella le recuerde, abriendo una posibilidad sentimental con gancho para nuevas películas.

    Es cierto que ‘Spider-man: No Way’ tiene ADN de evento pero juega bien sus cartas y si sobrevivir a una tormenta dentro de dos fuerzas como Disney/Marvel es difícil, ya con Sony en la sala la tortilla tenía demasiados huevos como para no romperse, y sin embargo logra darle la vuelta de una pieza gracias a un plantel de actores estupendo –da gusto ver a Alfred Molina y Willem Dafoe dando miedo solo con su mímica– y algunas soluciones que dan un necesario asidero emocional a las peripecias del mejor superhéroe Marvel, desconectado ya, por fin, de su imagen del pequeño ‘Iron Man’ de club Megatrix.
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    La noticia Por qué 'Spider-Man: No Way Home' consigue redimir y mejorar la trilogía de Tom Holland y Jon Watts fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .
  2. Entre Fans
    “Es hora de que los Jedi se acaben” decía Luke Skywalker en ‘Star Wars Episodio VIII: los últimos Jedi’ (Star Wars Episode VIII: The Last Jedi, 2018) y mira, por poco lo consigue aquella película. La estrategia de Disney con respecto a ‘Star Wars’ ha variado mucho desde 2017, el año en el que la película de Rian Johnson hizo 700 millones menos que ‘El despertar de la fuerza’. Cuando llegó ‘Han Solo’ (Solo, 2018) ya era demasiado tarde. La galaxia se había quemado.
    Desde ese momento, cada nuevo proyecto ha ido reduciendo su recaudación, con el caso de ‘Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker’ (Rise of Skywalker, 2019) siendo especialmente duro, con críticas demoledoras y la mitad de recaudación que la primera de la nueva trilogía. Y como dice Luke, ahora que siguen saliendo anuncios de proyectos nuevos que los fans ya cogen con inercia adquirida, cuando no suspicacia, y en un general clima de desilusión, ha llegado la hora de acabar con ‘Star Wars’.

    El ambicioso plan de Disney era estrenar una película de la saga para cada Navidad, primero una de la trilogía Skywalker, alternando con un spin off “menor” que completara el mono que el big data había profetizado. Con ‘Rogue One: una historia de Star Wars’ muchos quedaron encantados, pero muchos otros vieron la jugada. Aquello era bollería industrial con la marca Lucasfilm impresa para despistar. Pasa en los mejores negocios, una vez se da con la fórmula ganadora, manufacturas lo que en algún momento fue un producto hecho con mimo.
    Ordeñar la galaxia
    Pero el cabreo de los fans con el Episodio VIII, sumado a la torpe jugada comercial de adelantar el estreno de ‘Han Solo’ a primavera, con el sabor a hiel del fiasco de la anterior todavía en el paladar, llevó a que se cancelaran los filmes satélite, algo agravado por el plan truncado de reservar a Leia como protagonista de ‘El ascenso de Skywalker’, tras la trágica muerte de Carrie Fisher. Algo que hizo que se improvisara en el final que debía contentar a todo el mundo tras la muerte de Luke Skywalker.
    Una historia que ha dejado un olor a establo abandonado en el Universo Star Wars, donde se han cancelado muchos proyectos y se han redirigido muchos otros a la televisión. La pomada de Disney+ ha entrado en el momento idóneo como contenedor sin fondo de posibles fracasos. Todo es susceptible de convertirse en contenido para suscriptores que demandan horas de emisión como justificación de su cuota. Con unas cuantas series todo arreglado. Quizá Disney no contaba con el factor pasional (y tóxico) de los fans.
    En Espinof Star Wars: todas las películas de la saga ordenadas de peor a mejor Recientemente Daisy Ridley comentaba en una entrevista que se preguntaba “Dónde había ido todo el amor” que había recibido cuando empezó la saga. Tras haber dado el 300% a lo largo de 5 años y ver que cada nueva película era recibida con más y más odio, con la ingenuidad de quien no ha tenido tiempo de asimilar el cobertizo en el que se había metido. Y es que el problema reside en que si para una generación fue especial, el paso de la mitología galáctica a primera línea industrial ha convertido a muchos de esos nerds fanáticos en ciberbullies y acosadores.
    El retorno del Incel
    El fenómeno ‘Star Wars’ ha muerto envenenado por sus propios residuos. Algo que era un producto de evasión, de cine de pipas que une a espectadores sin complejos se ha convertido en una fábrica de fans acomplejados. De fans tan fans que nada les vale. Las reglas se rompen, los dogmas no encajan y su mundo se derrumba. La última entrega es uno de los ejemplos más interesantes para entender que la coherencia interna y las estrictas reglas se han apoderado de tejido creativo de la saga. Si algo no cuadra con el credo, automáticamente es destrozado.
    La cara más fea de ese descontento es la misoginia, el racismo y el acoso en redes a actrices. Un capítulo especialmente vergonzoso fue la cacería a Kelly Marie Tran por su Rose Tico, cuyo problema de base estaba un guion en el que su personaje entraba en la trama sin venir demasiado a cuento y pasaba sin pena ni gloria por el film. El episodio hizo que la actriz abandonara Instagram tras un constante embiste contra su aspecto físico y su origen étnico. Algo que hizo evidente la existencia del perfil de fan tóxico de Star Wars.
    En Espinof El montaje "desfeminizado" de 'Star Wars: Los últimos jedi' demuestra justo la tesis contraria a la que pretende No mejoró la ecuación la reducción de espacio de su personaje en la siguiente entrega, interpretado como un acto de cobardía y una concesión a esos fans, de una manera un tanto delusiva, por otra categoría extremista, los que pretenden ver todo tipo de códigos ideológicos en la representación de diversidad y no parecen pararse a pensar si la viabilidad a nivel de historia o incluso económica de usar cierto casting puede tener algún sentido cuando en Hollywood existe un concepto bien anclado llamado “veneno para la taquilla”.
    El despertar de las cuotas
    Cuando un actor no funciona en la industria, es apartado. Es tan cruel como lógico. La lucha por la injusticia de no dar más minutos a Tico tenía una base ética razonable, compensar el daño hecho a la actriz fuera de la pantalla. Pero, por mucho que se trate de justificar, Marie Tran no tiene la culpa de que su papel en el episodio VIII fuera tan relevante como el de Lupita Nyong'o y su Maz Kanata, también reducida por Johnson a un humillante cameo en el Episodio VIII, tras haber sido uno de los puntos menos celebrados de la anterior.
    Sin embargo, nadie salió en ese momento a defender a Nyong'o, porque parecía algo más lógico. Y es que, en la narrativa, a veces no todo funciona y no se trata de crear un papel a medida para dar un corte de mangas a fan tóxicos o contentar a los que hacen su pancarta en Twitter. Si en ‘El señor de los anillos’ (Lords of the Rings) Peter Jackson se vio obligado a cortar al mismísimo Christopher Lee completamente de ‘El retorno del rey’ (Return of the King, 2003), ¿debe Abrams extender un personaje totalmente inane por lo que represente fuera de la pantalla?
    En Espinof Explorando a fondo 'Star Wars: Los últimos Jedi': luces y sombras del Episodio VIII de Rian Johnson Esto deja expuesto al otro fan de ‘Star Wars’, el supuestamente opuesto al tóxico que dedica su tiempo a devolver la pelota y ocuparse de contestar a los del “otro lado”. Tras la división que causó el film de Johnson, fueron los primeros en sacar el sable láser con el Episodio IX, como si escupir más fuerte sobre ella fuera a limpiar el nombre de Marie Tran o las pueriles “transgresiones” de Episodio VIII. Pero el odio lleva al miedo y el miedo a convertirse quizá no en un fan tóxico pero sí en uno bastante mentecato.
    La amenaza pollavieja
    Luego está la cinefilia madura, los aventajados, los que se empeñan en ver ‘Star Wars’ como un gran género cinematográfico de prestigio, que debe tener planos preciosos y grandes momentos como la maniobra Holdo del Episodio VIII, o ese plano impresionante de Luke y Kylo en los últimos y mejores momentos de la película, aunque de la atrofia narrativa de su segundo acto y el feísmo blockbuster de mediados de los 2000 de su estampida digital no suelen comentar demasiado. Y cuanto más oscura, adulta y seria, mejor, claro.
    Para llegar al gran cine, al clasicismo cinéfilo impuesto, la mirada atrás y el constante carrusel de citas a Leone, Kurosawa, J. Lee Thompson o el que toque ese día. El resultado es el mismo. ‘El imperio contraataca’ es tan buena que ahora resulta que ‘El retorno del Jedi’ es “una ******” (sic) llena de concesiones infantiles como los Ewoks, que son peluches creados para conseguir formar un diabólico imperio capitalista. No así Baby Yoda, cuyo diseño de Gizmo en sesiones de quimio ha conquistado las redes sociales, que se tragaron aquello de que Disney no iba a hacer muñecos del pequeño genio de la fuerza.
    En Espinof Más allá de 'Star Wars': 14 películas (y un cortometraje) de culto para fans con más ganas de aventura, diversión y explotación galáctica Esto nos lleva al dilema ‘The Mandalorian’ y su silenciosa conquista del fan más propenso a la cinefilia, al nostálgico irredento y los puristas de universos extendidos y mitología que se han leído todas las guías, cómics y novelas disponibles. Una serie cara de formato episódico que entretiene sin molestar a nadie y cae bien por sus referencias al western y su lado macarra de mentirijilla. Al final se centra en dar lo que se le pide sin arriesgar ni un poquito en su implicación emocional con los personajes.
    La beatificación del merchandising
    Es como si a ‘Firefly’ le quitaras todo aquello que la hacía latir, ser incorrecta incluso —¡personajes que no siempre hacen lo correcto!— y uno se quedara apenas con sus escenas de acción y las estampas bonitas con eco al diseño del ‘Star Wars’ de los 70. No muy diferente era ‘Han Solo’, pero al menos aquella planteaba como una visión de la muerte de la inocencia que nos explicaba por qué el personaje dispara primero. Pero tampoco fue bien recibida.
    El final de la serie ‘Clone Wars’ ha dejado contentos a muchos fans, también. Pero al final, lo que en su día se vio como una forma de extender el legado de una trilogía que ya causó una guerra importante entre los fans (y no tan fans), se ha convertido en el estándar de calidad al que debe aspirar la franquicia. El eterno “es mejor que cualquiera de las películas”. Que vimos primero con ‘Rogue One’, que continuó con ‘The Mandalorian’ y ahora incluso ha llegado al absurdo de compararse con ¡los videojuegos!. un medio con un lenguaje completamente diferente.
    En Espinof Guía de las series de 'Star Wars' en el 'Star Wars Day' La norma es que nada de lo que venga va a ser tan bueno, así que, hey, rescatemos todos los posibles productos satélite y elevémoslos porque, más cine de ‘Star Wars’, queda claro que no queremos ver. Entonces, ¿por qué seguir compartiendo y debatiendo sobre nuevos proyectos y productos de la serie? Por lo que parece Rian Johnson y su trilogía están en standby y los responsables de ‘Juego de Tronos’ huyeron hacia Netflix dejando la suya desierta. Sin embargo es Taika Waititi el elegido para tratar de resucitar la saga en el cine.
    El 'Star Wars' futuro y los fans del pasado
    Una elección que confirma las buenas vibraciones del director con Disney, tras su resurrección, esta sí, del personaje de Thor en Marvel, tanto en su tercera parte como en sus apariciones en las últimas ‘Vengadores’ y, por supuesto, el resultado con sus episodios de ‘The Mandalorian’, incluyendo el muy bien recibido final de la primera temporada. No es difícil imaginar el tono inocuo de la posible película, que en manos de Kathleen Kennedy estará con las mismas limitaciones que han llevado a tantas otras a despedir a directores y remontajes varios.
    Independientemente del resultado, es más que probable que vuelva a general un nuevo bucle de odios y pasiones sin sentido. Muchos alabarán el trabajo de Waititi y otros se le lanzarán al cuello y, entre medias, lo que quede de la idea de una película tratará sobrevivir mostrándose en una pantalla. La llama de ilusión por Star Wars ha pasado de ser emocionante y pura a un partido de fútbol entre diez equipos diferentes dispuestos a lanzar botellas al campo y gritar muy fuerte para que se les oiga.
    En Espinof Las influencias inconfesas de 'Star Wars': 11 referencias en las que George Lucas se inspiró demasiado Disney, lo haya hecho mejor o peor, ha sacado una serie de películas competentes que han tenido la suerte o la desgracia de pasar por todo tipo de estudios de mercado, big data y protecciones, porque claro, para crear naves y sables láser hacen falta unos cuantos millones. La distancia con esa parte del negocio se ha convertido en un requisito, sí, pero no es solo cuestión de Disney, es cómo funciona hoy la industria del cine. En esta matriz no funciona el “no han hecho la película para mí” de la era del narcisismo y la opinión online como escupitajo egocéntrico en el éter.
    Magia nostálgica de oferta
    Se confrontan dos maneras de ver la ficción, la comercial y la pataleta egocéntrica, que a día de hoy parecen irreconciliables. En cuanto a la visión creativa, pues es probable que Waititi y todos los encargados de levantar un nuevo proyecto tenga cosas interesantes que aportar, dentro de las cuadrículas de Disney, pero ahora la idea ya ha cambiado. No estamos esperando la vuelta de unos personajes para ver cómo fue su futuro, con esa mezcla entre nostalgia y curiosidad infalible. Pero lo malo es que, aunque parezca un bosquejo desde cero, todo lo que venga tiene ya un manual de uso.
    Ya hemos visto cinco películas y una serie de acción real desde que Disney tomó las riendas y aunque se hayan conseguido grandes cosas en ellas, y ninguna sea tan terrible como los hooligans de unas y otras quieran hacer ver, empieza a verse el fantasma del agotamiento en detalles, por ejemplo, como el reciclaje de orígenes. El mandaloriano y la protagonista de ‘Rogue One’ tienen uno muy parecido, y habrá que ver la historia de Cassian Andor, en la que uno de los personajes más sosos del universo tendrá una serie para él solo. Se avecinan series, muchas series.
    En Espinof ‘Star Wars: El ascenso de Skywalker’ no reniega de 'Los últimos jedi': es una conclusión orgánica de la última trilogía Disney+ necesita material y novedades y, siguiendo la lógica que rige el mundo del entretenimiento desde hace años, se apoyan en franquicias y marcas ya creadas para tratar de vender esos nuevos productos, por ello veremos a Obi Wan y muchas otras fantasías de seguidores de la saga encontrando su propio momento para rellenar todas las elipsis que las películas pudieran haber dejado. Algo que, en principio, podría funcionar como lo han hecho sus otros productos de universo expandido, pero acabarán ocupando, en buena medida, la conversación cultural.
    La obligación de la emoción
    Para muchos, ‘Star Wars’ es un mundo en el que desarrollar infinitas historias, para otros, son las películas clásicas y el resto es un intento de explotar el éxito de aquellas. Una mitología de más de cuatro décadas que sigue emocionando y enfadando, pero cada vez menos. Como cualquier fiesta, el alcohol deja de ser divertido cuando se toma demasiado y es peor aún cuando se convierte en resaca. ‘La guerra de las galaxias’ no está destinada a morir, pero en algún momento necesita un gran descanso.
    Las fanfarrias de John Williams ya no son únicas, las entradillas con letras amarillas desapareciendo en el horizonte ya no causan un escalofrío, porque sabemos que pasado mañana tendremos otra pelea con sables, un destructor estelar persiguiendo a algún rebelde u otro tiroteo con soldados imperiales. No solo lo hemos asimilado sino que empieza a resultarnos casi una obligación. El deber de ver algo nuevo relacionado con ‘Star Wars’ para juzgarlo y volver a comprobar que no se parece a lo que yo quiero que se parezca. Otra, y otra vez.
    En Espinof Las 29 mejores sagas de películas de la historia Disney convirtió lo extraordinario en un menú del día y nosotros fuimos al cine a despedazarlo y tomarlo como excusa para despedazarnos. Puede que no nos merezcamos ‘Star Wars’, que no hayamos sabido, simplemente, dejarnos llevar y disfrutar, pero la oferta indiscriminada es un reflejo de la avaricia sin control y esto ha llevado a que todo lo que venga lo recibamos con una mezcla de ingenua emoción y el cinismo del que ya no cree en el poder de la fuerza. Y, como bien dijo el maestro Yoda, “si creer no puedes, es por eso que fallas”.
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    La noticia Por qué 'Star Wars' debe acabar fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .


  3. Entre Fans
    Este 25 de febrero llega a nuestras salas de cine 'Super... ¿quién?', una comedia francesa de Philippe Lacheau que se pitorrea del cine de superhéroes sin ningún pudor con sablazos y guiños hacia las grandes franquicias de Marvel y DC.
    Lacheau produce, dirige y protagoniza esta parodia que encabezó la taquilla francesa tras su estreno. Completan el reparto principal de la película francesa Jean-Hugues Anglade, Élodie Fontan, Alice Dufour, Georges Corraface, Julien Arruti y Tarek Boudali.

    En Espinof Las 29 mejores películas de superhéroes de la década (2010-2019) Superhéroes a la francesa
    Nuestro protagonista es Cedric, quien intenta seguir su sueño de convertirse en actor sin demasiada suerte. Sin embargo, su gran oportunidad le llega de rebote cuando consigue el papel protagonista en una película de superhéroes.
    La cosa va rodada y por fin Cedric podrá ganarse el resto de sus amigos y de su padre, incluso trabajar con su actor favorito. Como todo no podía ser tan fácil, un día surge una emergencia y Cedric se marcha del rodaje sin quitarse su traje de Badman y sufre un accidente de tráfico. El choque le deja con una amnesia galopante y cuando despierta está convencido de que es un superhéroe y la trama de la película que estaba grabando totalmente real.

    A 'Super... ¿quién?' le cuesta un poco arrancar, ya que se toma su tiempo (y bastante) para irnos sentando las bases de la trama y presentarnos a todos los jugadores. Porque aunque la chicha principal de la historia es bastante simple, terminamos contando con un reparto más grande de lo que en un momento parecía y con varias tramas que terminan culminando juntas con una costura que se va hilando poco a poco.
    Eso sí, una vez despega el conflicto principal, ya todo va cuesta abajo y sin frenos. Os decíamos más arriba que estamos ante una parodia del género de adaptaciones cómic, que rescata lo mejor de películas como 'Scary Movie' o 'Superhero Movie' para sacarle los colores al cine de superhéroes actual.

    En Espinof Las parodias cada vez tienen menos gracia: una evolución del género desde 'El jovencito Frankenstein' a 'Casi 300' Esto no significa que haga falta llevar todo el Universo Marvel o el de DC al día para seguir la película, ya que tiene el suficiente contenido original como para mantenerse en pie por sí sola... Pero sí que es cierto muchísimos de los gags más acertados están pensados por y para fans del género y que se le va a sacar más partido a 'Super... ¿quién?' si estamos relacionados con ciertos superhéroes y sus adaptaciones más recientes a la gran pantalla.
    Y es que al final, 'Super... ¿quién?' es una película de humor muy mamarracha y cafre, con muchísimo slapstick, tortazos y situaciones ridículas que en muchas ocasiones te llegan a generar risa (aunque sea incómoda) simplemente por la vergüenza ajena que provocan sus protagonistas.

    Risa sin más pretensiones
    Porque no, no estamos ante una película francesa de humor refinado y elevado, y si no entras al juego y la aceptas como tal no vas a pasar el buen rato que te puede dar, si no algunos de los puntos un poco más salvajes pueden ser difíciles de digerir.
    Otro punto a su favor es que dura lo que tiene que durar, y ojo que esto no es malo, porque no le hace falta tres horas de metraje para contarte lo que quiere. Su trama y lo que intenta es muy sencillo y sin pretensiones y Lacheau y el resto del equipo lo aprovechan de principio a fin. Y aún así, 'Super... ¿quién?' no solo se queda en el humor físico y fácil, también consigue colar algunos momentos de crítica a la industria cinematográfica y pullitas al cine francés en medio de los bandazos de referencias a los Vengadores o Batman.

    Hay demasiadas partes de la trama que resultan muy como casualidades que tienen que pasar. Aunque ojo, al final también hay un par de giritos que consiguen terminar de hilar satisfactoria y sorprendentemente algunos detalles y personajes que quizás no terminaban de encajar del todo.
    Pero precisamente parte de su encanto es esto, la sencillez y una ristra de gags que aprovechan un momento perfecto de "overbooking" de películas de superhéroes para reírse de toda la industria en su cara con un protagonista que intenta dar lo mejor de sí para convertirse en el héroe que cree ser.
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    La noticia Por qué 'Super... ¿quién?' es la comedia mamarracha perfecta para los fans de los superhéroes fue publicada originalmente en Espinof por Mariló Delgado .
  4. Entre Fans
    Todo hacía pensar que 'Terminator: Destino Oscuro' era la película que iba a devolver la franquicia a la primera línea de Hollywood. A fin de cuentas, suponía el regreso a la saga tanto de James Cameron como de Linda Hamilton, pero luego la decepción fue mayúscula cuando se convirtió en uno de los mayores fracasos de la historia del cine.
    Por ponerlo en cifras, 'Terminator: Destino Oscuro' provocó unas pérdidas superiores a los 100 millones de dólares, oscilando entre los 110 y los 130 millones según la fuente consultada. Es verdad que hay desastres mayores, pero lo que está claro es que no sedujo al público y que dejó herida de muerte a una franquicia que llevaba ya 35 años en funcionamiento.
    El cansancio del público
    En Espinof Todas las películas de la saga 'Terminator' ordenadas de peor a mejor Lo curioso es que tanto las críticas como las opiniones del público fueron mayoritariamente positivas sin llegar en ningún caso a ser entusiastas. No ayudaba que la película arriesgase lo mínimo, como tampoco que las anteriores secuelas no hubiesen dejado muy buen sabor de boca. Mackenzie Davis, que daba vida a Grace en 'Terminator: Destino Oscuro', ya comentó en su momento que simplemente "no había demanda para ella", explayándose además de la siguiente forma para explicar su fracaso:
    Al respecto merece la pena matizar que es cierto que 'Terminator Salvation' pinchó en taquilla, pero tanto 'Terminator 3: La rebelión de las máquinas' como 'Terminator Génesis' fueron modestos éxitos de taquilla. Y además, todas ellas recaudaron más que 'Terminator: Destino Oscuro'. Quizá más atinada estuvo Linda Hamilton, la inolvidable Sarah Connor, al señalar esto sobre su hundimiento en taquilla:
    En Espinof 4 grandes películas de ciencia ficción que fracasaron injustamente para ver en Netflix, Amazon Prime Video, Disney+ y Filmin Y es que llega un punto en el que juegas tanto con algo que puedes acabar rompiéndolo, sobre todo si el público va quedando cada vez más decepcionado con lo que le ofreces. Eso no impidió que Tim Miller, director de la película, reaccionase inicialmente con incredulidad a su fracaso, aunque reconociendo que las fricciones que tuvo con Cameron algo pudieron influir en ello.
    No fue hasta hace apenas unos meses cuando el también director de 'Deadpool' fue brutalmente sincero sobre cómo le había afectado lo sucedido y por qué creía que la película iba a ser un éxito:
    Por desgracia, James Cameron y Arnold Schwzarnegger no se han pronunciado al respecto, pero quizá el primero lo haga durante la campaña de promoción de 'Avatar 2'. De todas formas, lo que sí parece claro es que la franquicia está muerta a día de hoy, pues su fracaso llevó a la cancelación de las secuelas que estaban previstas, pues el plan era que 'Destino Oscuro' fuese el inicio de una nueva trilogía. A priori, solamente concibo una nueva entrega si es el propio Cameron quien se encarga de dirigirla.
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    La noticia Por qué 'Terminator: Destino Oscuro' fue uno de los mayores fracasos de la historia del cine según algunos de sus máximos responsables fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  5. Entre Fans
    El estreno de ‘The Batman’ vuelve a traer muchos debates sobre si es mejor que Marvel, peor que la entregas de Nolan o por encima o debajo de la visión de DC que estableció Zack Snyder. Afortunadamente, Matt Reeves lleva al personaje a su terreno y es, sobre todo, una película muy coherente con su impecable filmografía, dirigida con excelencia y con una personalidad propia poco habitual en el particular paisaje del blockbuster actual.
    La nueva película reinventa el personaje en una densa pesadilla urbana que introduce al héroe de DC en una investigación criminal pura presentando una Gotham mugrienta llena de escenarios góticos y texturas de cine de horror, tal y como comentó Reeves en una entrevista:

    Y, efectivamente, como aclaraba el autor, ‘The Batman’ no se parece a otras películas del hombre murciélago ni sigue las pautas del cine de superhéroes reciente. Es un neo-noir verdadero, en el que prima la investigación sobre la acción y acerca a los orígenes del personaje como detective, investigando mano a mano con la policía dentro de una trama llena de capas y personajes, con corrupción, conexiones con el hampa e incluso una reinvención de la femme fatale del cine ***** encarnada por una Catwoman que parece salida de la banda de Gail de ‘Sin City’ (2005).
    Un horror noir moderno
    El tono lúgubre y desarrollo de thriller criminal no deja a ‘The Batman’ sin grandes escenas de acción, rodadas con excelencia por un Matt Reeves aplicado en dotar de una fisicidad más tangible de lo habitual, donde los golpes y la violencia duelen –tanto a los malos como a Batman– y los FX digitales están tan meticulosamente integrados que parece que no están ahí. La aproximación terrenal evita la típica tendencia de los films de superhéroes actuales a introducir alguna secuencia extra de espectáculo en donde se nota el uso de CGI, que aquí está tan cuidado que incluso en los animales no aparece nunca un píxel.

    En Espinof Las 23 mejores películas de terror de 2021 Con una fuerte inclinación hacia el cine ***** clásico de Dashiell Hammett, la trama criminal deja ver rasgos de ‘Los intocables de Elliot Ness’ (The Untouchables,1987), también en su Pingüino-Capone, y del cine policíaco de los 70 a pie de calle como ‘Contra el imperio de la droga’ (The French Connection’ (1971) o ‘Klute’ (1971).Además dibuja una Gotham entregada a la droga drop, en un dibujo decadente que refleja la Detroit de ‘Robocop 2’ (No por casualidad escrita por Frank Miller) o la ciudad de ‘Dredd’, ambas reflejos del aumento de consumo de opioides en EE.UU. y páramos reales como Filadelfia tras la llegada del fentanilo.

    Sin embargo y más allá de todo lo esperable en una versión policíaca del superhéroes, Matt Reeves ha plagado las tres horas de ‘The Batman’ con infinidad de claves de cine de terror, con la que se construye una atmósfera tétrica irrespirable a través de su uso constante de la oscuridad –los únicos planos de día son nublados–, la lluvia, la suciedad de las calles y el dibujo de una Gotham destartalada y llena de rincones sin luz. La banda sonora de Michael Giacchino tiene algunos pasajes épicos, pero a menudo podrían ser cortes de una película dura de Scott Derrickson.

    No hay mejor prueba que el comienzo, una secuencia de home invasion a lo ‘Los extraños’ (2008) en toda regla que utiliza la profundidad de campo, la oscuridad y el silencio como si fuera Buffalo Bill. La película desarrolla a su Enigma como una especie de BTK killer moderno, con un gran Paul Dano, verdaderamente perturbador, en modo ‘Prisioneros’ (2013) y todo lo que tiene que ver con su personaje podría pertenecer una película de asesinos en serie al estilo Thomas Harris como ‘Manhunter’ (1986), con el juego de mensajes y acertijos con la policía y adoptando ideas de ese tipo de laberintos crípticos como ‘Suspect zero’ (2004).
    De 'Seven' a 'Saw'
    En realidad el aspecto de Riddle, inspirado en el atuendo de asesinos como el de la película ‘The Black Panther’ (1977) es una especie de versión del asesino del zodíaco, lo que conecta con el cine de David Fincher, tanto del juego de adivinanzas propio de ‘Zodiac’ (2007) como el ambiente, tono y diseño de producción girando en torno a ‘Seven’ (1995) a la que hasta la relación con el comisario Gordon parece rendir homenaje. Y aunque este asesino también trata de poner de relevancia un gran pecado en su misión, Enigma tiene más que ver con Jigsaw.

    En Espinof Punisher, Logan y los justicieros de Zack Snyder: las 13 mejores películas de superhéroes para adultos La forma en la que el personaje de Dano pone contra las cuerdas a sus víctimas es una simplificación de las trampas de ‘Saw’ (2004), que ya era una especie de exploitation de ‘Seven’, pero lo interesante es cómo la película también se impregna de esa estética ruda de los asesinos del torture porn de los 2000, retransmitiendo sus asesinatos en vídeo, una interacción multimedia constante con rasgos de ’El fotógrafo del pánico’ (1960), pero bajo el filtro de ‘The Poughkeepsie Tapes’ (2007).

    Una persecución inabarcable, con filia por los grandes thrillers rabiosos coreanos como ‘The Chaser’ (2008) o ‘I Saw the Devil’ (2010), pero que cambia la sangre por un manejo escrupuloso de los sonidos, los gritos y otros trucos para retorcer la sensación inquietante sin recurrir a lo estrictamente gráfico. Fincher también deja huella en su propia ‘Millennium: Los hombres que no amaban a las mujeres’ (2011) con el detalle de Selina Kyle convertida en una investigadora por cuenta propia de la muerte de una amiga al estilo de Lisbeth Salander, e incluso Reeves se atreve a recuperar el legado de ‘El club de la lucha’ (Fight Club, 1999) en su tramo final.
    Un Batmovil llamado Christine
    ‘The Batman’ incluye también algunos elementos del cine de John Carpenter, como esa banda pintada que podría callejear por la Nueva York de su Plissken, o sobre todo el detalle del Batmóvil rugiente, casi con vida propia, cuyas escenas dejan muy claro por qué está inspirado en ‘Christine’ (1983). Además, la película comienza en Halloween, tiene escenas propias de un film de Dark Castle como la del orfanato abandonado lleno de figuras que pasan y yonquis refugiados como alimañas. Pero, además de dibujar una Gotham lúgubre, Robert Pattinson encarna a un Bruce Wayne que define la esencia del origen de lo gótico.

    Es un aristócrata atormentado, desubicado y consumido por la decadencia de clase asociada, y su morada es de otra época, recargada con arcos y ornamentos de vieja mansión decimonónica a lo Dragonwyck, incluso aparece con unas gafas como el Vincent Price atormentado de Ligeia, una de las más oscuras adaptaciones del ciclo de Poe. Por supuesto, la Batcueva está plagada de murciélagos dibujados casi como en un cómic de Frank Miller.

    En Espinof ‘Los nuevos mutantes’: una sólida aventura juvenil de terror y superhéroes con una atrevida actitud ausente en Marvel El germen de su rabia es un oscuro secreto que hace que por fin se entienda la esencia de su conflicto sin que se reduzca a un rico poniendo caras de sufrimiento. Pattinson dota de una humanidad inédita en otras versiones de personaje y su gravedad se transmite sin palabras. El hecho de que lleve la máscara casi un 90% del tiempo habla del personaje, de su necesidad de buscar un avatar para lavar una vergüenza que ni él mismo entiende.

    Esto se traslada a la máxima "No es una llamada, es una advertencia". La resignificación de la Batseñal se presenta en una secuencia magistral en la que se presenta a Batman como una presencia en la oscuridad, una amenaza acechante aunque no se encuentre ahí, dándole por primera vez el aura de miedo real que tantas veces se ha verbalizado en otros filmes. Es un vigilante cuestionable, pero también un detective con el ángulo turbio de muchos antihéroes del género Raymond Chandler.
    Cine gótico moderno: la decadencia de las élites
    Y esa figura renqueante es especialmente relevante en estos días de política decadente, pero a diferencia de otras entregas, la corrupción no solo se subraya en boca de los personajes, es algo que cala dentro hasta en la figura menos esperada, poniendo en cuestión la idea del héroe filántropo por primera vez. teniendo en cuenta el legado manchado de las herencias y los héroes con la suerte de nacer en la alta alcurnia, casi como un complemento de ideas a la tragedia de ‘El hombre que ríe’ (1928) de ‘Joker’.

    En Espinof De 'La cura del bienestar' a 'The Empty Man': crónica de las grandes producciones de terror con las que ningún estudio supo qué hacer Además llega en un momento particularmente certero, teniendo en cuenta la visión de la policía tras los eventos de George Floyd, la espera en nevera por la pandemia ha curado el guion y ahora su ángulo escéptico frente a las fuerzas del orden resuena como nunca. Su visión absolutamente negra de las instituciones, clases altas y su falta de esperanza absoluta en las figuras de autoridad la convierte en una obra cínica hasta el tuétano, cuestionando las bases del cine de superhéroes desde dentro.

    Pocas películas de defensores de la justicia recientes han sabido reflejar la decepción de la ciudadanía, la disposición generacional de vivir sabiendo que todo está roto y que la única solución es escarbar en el desencanto es esta hasta encontrar un hilo de esperanza. Por eso, el armazón de cine de terror de ‘The Batman’ funciona como un lienzo perfecto para sus temas, conectando muy bien con la ambivalencia poética de ‘Déjame entrar’ (Let me in, 2010) de Reeves, su otra gran obra gótica, cuyos personajes principales están igual que condenados a encontrar el afecto entre un desolador horizonte de mentiras y
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    La noticia Por qué 'The Batman' es casi una película de terror: todas las conexiones con el género de la soberbia nueva entrega del superhéroe de DC fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .
  6. Entre Fans
    El terremoto que fue el anuncio de que Henry Cavill iba a dejar 'The Witcher' al acabar su temporada 3 es algo que muchos quizá no hayan terminado de asimilar. A fin de cuentas, todavía no hemos podido ver esa última tanda de episodios con él al frente del reparto, pero Netflix ya dejó claro entonces que el espectáculo debía continuar y que Liam Hemsworth va a ser su sustituto como Geralt de Rivia. La showrunner de la serie ha explicado ahora por qué finalizar la serie con la marcha de Cavill ni siquiera fue una opción.
    "No estábamos dispuestos a hacerlo"
    Lauren Schmidt Hissrich ha reconocido en Total Film que Hemsworth "tiene que llenar un hueco enorme, pero también tiene mucha energía y mucha ilusión por ello. Obviamente, es un capítulo nuevo para nosotros. Y hay muchos sentimientos en juego. Pero al final del día, nos encanta lo que estamos haciendo. Así que vamos a seguir adelante".  Eso sí, reconoce que finiquitar la serie tras lo sucedido con Cavill fue un opción encima de la mesa:
    Ahora la gran duda está en ver si explican de alguna forma dentro de la serie que Geralt pase de tener el rostro de Cavill al de Hemsworth, pues tiempo han tenido para incluir algo al final de la tercera temporada que lo explique. Y en un mundo en el que existe la magia, tampoco debería ser tan complicado encontrar alguna forma de hacerlo, aunque reconozco que no conozco en suficiente profundidad la mitología creada por el escritor Andrzej Sapkowski y cómo encajaría exactamente algo así.
    En Espinof Las mejores series de Netflix en 2023 (por ahora) Lo único que podemos hacer por ahora es esperar, pero la buena noticia es que ya no va a ser demasiado, ya que la temporada 3 de 'The Wticher' se estrena este próximo 29 de junio. Será entonces cuando llegue su Parte 1, mientras que la despedida definitiva de Cavill llegará a la plataforma el 27 de julio. Luego ya comenzará la etapa de Hemsworth en una fecha todavía por concretar.
    En Espinof | Las 27 mejores series de la historia de Netflix
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    La noticia Por qué 'The Witcher' sigue adelante sin Henry Cavill: la showrunner de la serie de Netflix explica el motivo para fichar a Liam Hemsworth como el nuevo Geralt de Rivia fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  7. Entre Fans
    Hubo una época en el cine de superhéroes, que cuesta hoy recordar, en la que reinaban películas de cómics pulp, en donde la palabra Marvel nunca aparecía y donde la oscuridad se mezclaba con la intención a toda costa de imitar el estilo de narración de las viñetas, donde los personajes parecían querer replicar constantemente las explosiones de ingenuidad de la era dorada, y, en cierta forma, puede decirse que ‘Venom: habrá matanza’ es un regreso a algunos de esos códigos estéticos.
    En una década en donde reina el universo extendido Marvel, y DC ha pasado página a la oscuridad de sus aventuras con Nolan y Zack Snyder, resulta casi una rara avis cuando aparecen intentos de dotar de crudeza a las películas de superhéroes, siendo la mayor parte de las veces codificada a través del humor ***** y la violencia, que hace que cierto tipo de películas como ‘El escuadrón suicida’ (2021) se estrenen con calificación para adultos.
    Y luego está ‘Venom’. Lo tenía relativamente fácil Andy Serkis para sacar ventaja sobre la discutida película anterior, atravesada a fans y no fans, pero que de alguna manera acabó agradando a cierta parte del público que parece haber perdonado todo y solo quiere ver a su simbionte de cómics favorito luchando contra su otro simbionte de cómics favorito, Matanza. Pero lo cierto es que la película de Ruben Fleischer daba bandazos en un mejunje de tonos que acercaba demasiado a algunos descalabros de DC.
    Una secuela más centrada (en lo infantil)
    Y sí, puede decirse que esta parece que tiene más claro lo que quiere ser que la anterior. En una investigación de campo, Serkis dio con la clave de lo que había gustado al público de ‘Venom’ y se propuso multiplicarlo a lo loco. Dado que la película nunca iba a volver al origen más siniestro y violento del cómic, y que en Sony nunca iban a dar luz verde a una versión calificada R, la única solución era explotar la propuesta de comedia que surgía en la relación entre Eddie Brock y el alien.
    En Espinof Antes del 'Snyder Cut': las 13 mejores películas de superhéroes para adultos Pero claro, si eliges ser una película con humor puede haber problemas. Hoy en día parece que cuando una película es "autoconsciente" se le pueden perdonar todos sus pecados porque “sabe a lo que juega”, pero en el caso de ‘Venom 2’ la cosa se complica con un guion cochambroso, plagado de chascarrillos rancios sobre matrimonios dignos de una comedia de la serie ‘Padre no hay más que uno’, o peor, una colección de chistes recopilados en una fiesta de soltero de señores talluditos.
    Escrito por Kelly Marcel, a partir de una historia coescrita con Tom Hardy, el guion busca la comedia inherente en la relación Brock-Venom, pero la mayoría de intercambios acaban con trillados "No te necesito" y otros lugares comunes de pareja a los que tan solo le faltan más referencias homoheróticas de casette de Arévalo. El culmen del bochorno es la “salida del armario” del simbionte en una fiesta, en una de las secuencias más tristes de contemplar en el cine de superhéroes reciente.
    No mejora la función la dudosa capacidad de Hardy para la comedia. Algo que no funcionaba en la anterior y aquí se ha tratado de implementar. Puede que lo más decepcionante es no ver a un asesino nato como Woody Harrelson brillar como Cletus Kasady, limitado a recitar refranes y citas literarias a voz en grito, abrazando un absurdo que podría llevar a la película a funcionar por el despropósito que se empieza a cocer. Más que de un dibujo del personaje parece una obsesión del libreto, puesto que Hardy luego también recita el Quijote en la asociación más gratuita y despistada de la simbiosis con el alienígena.
    Vuelta a 'El motorista fantasma' (pero sin Nicolas Cage)
    No vamos a pedir que ahora Venom’ se convierta en una película de terror, pese a que una franquicia sobre alienígenas viscosos que infectan como en ‘La invasión de los Ultracuerpos’ y comen cabezas para buscar cerebros, con una relación parasítica inspirada en ‘Jeckyll & Hyde’, o ‘Brain Damage’ algo podría tener, pero un repaso a su libreto por alguien con un mínimo de ingenio para las bromas haría más llevadero ver a las pobres Michelle Williams y Naomie Harris en los dos papeles más “toma el dinero y corre” que veremos este año.
    En Espinof Las 37 mejores películas basadas en cómics y novelas gráficas Pero los momentos forzados y la acumulación de one liners indecentes no evita que haya detalles salvables como una secuencia animada o alguna pelea funcional con efectos CGI intermitentemente decentes –o al menos más que en la anterior– o rutinarios. Sin embargo, una buena colección de interpretaciones histriónicas, o una música que alterna el rock al estilo de los primeros 2000 con partituras anacrónicas, acaba dando al conjunto la idea de regreso inesperado del cine de superhéroes de la era ‘Batman y Robin’ (1995).
    En ocasiones, cuando los dos monstruos se gritan, parece que en cualquier momento fuera a aparecer en pantalla el Violator de ‘Spawn’ (1997) y la involución se corona con algunos momentos góticos que recuerdan al ‘Daredevil’ (2003) de Mark Steven Johnson. ‘Venom: habrá matanza’ gustará a los que vayan convencidos previamente o en busca de la famosa escena post-créditos que parece el gran reclamo del film, pero la realidad es que no solo está mucho peor dirigida que la primera sino que parece mostrar los síntomas de la explotación de un género de superhéroes al que se le acaban las ideas prematuramente.
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    La noticia Por qué 'Venom: habrá matanza' es un paso atrás hacia los 90 para el cine de superhéroes fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .
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  8. Entre Fans
    Han pasado ya unos cuantos añitos desde que se estrenó la primera temporada de 'Vinland Saga' de la mano de WIT Studio. El anime de vikingos rápidamente se convirtió en un exitazo y más de uno laureó la serie como el mejor anime de 2019.
    Con un cambio de estudio, porque es otra serie más que MAPPA se ha cargado a sus espaldas, pero con el mismo equipo creativo, esta semana también ha marcado el pistoletazo de salida para la segunda temporada de la serie. Así que si todavía no os habéis metido en este épico dramón, es el momento perfecto.
    Buscando venganza y la tierra prometida
    La primera temporada de la serie nos presenta a Thorfinn, un niño que siempre ha vivido en paz y para quien la guerra es algo a lo que jugar con sus amigos. Cuando su padre Thors, un gran y respetado guerrero, es asesinado por un mercenario llamado Askeladd, Thorfinn jura venganza cueste el tiempo que cueste.
    Así que para poder ganarse el derecho a vencerle en un duelo, Thorfinn va realizando diferentes encargos para Askeladd mientras va creciendo y probándose como mercenario. Según pasan los años, sus habilidades como guerrero y su búsqueda de venganza terminan llevándolo a luchar durante las guerras entre Dinamarca e Inglaterra a principio del siglo XI.
    En Espinof Las 9 mejores series de anime a las que te puedes enganchar ya mismo en Crunchyroll 'Vinland Saga' bebe muchísimo de las épicas vikingas y de hecho el mangaka Makoto Yukimura toma ciertos personajes históricos como base para su historia, empezando por el propio Thorfinn y el explorador Leif Eiriksson. Toda la obra está llena de amor por la cultura vikinga hasta los más mínimos cotidianos, y por supuesto tampoco se corta un pelo al mostrar la brutalidad de sus incursiones.
    Es un anime muy crudo y sin cortes, que no tiene tapujos para mostrar toda la violencia del mundo y cómo influye en la manera en la que Thorfinn va creciendo y el tipo de hombre en el que se convierte según pasan los años.
    Porque pese a que se nos plantea de entrada como una historia de venganza al uso, Thorfinn tiene mucho que aprender más allá de dejarse llevar por su sed de sangre y es un camino que se está construyendo muy poquito a poco.
    A pesar de que se cuece a fuego lento y podría caer fácilmente en una historia muy lineal llena de clichés , 'Vinland Saga' te engancha desde el primer momento gracias a las tramas que se van tejiendo y uniendo poco a poco y muy naturalmente y a unos personajes fascinantes y bien construidos.
    Es emocional y adictiva, e incluso los villanos a los que desearías ver estacados tienen algo que te mantiene enganchado y se alejan de ser una mala caricatura unidimensional.  Pero efectivamente si sois un poco tiquismiquis con la violencia explícita, este anime no es para vosotros y puede llegar a cansar tras unos cuantos capítulos.
    En Espinof 'God of War: Ragnarok': 4 brutales series de anime si te encanta el videojuego y dónde se pueden ver en streaming La animación de WIT Studio en la primera temporada era una barbaridad, que además integraba muy bien el CGI, y que nos dio una multitud de escenas donde te quedas sin aliento, ya sea simplemente con los personajes perdiéndose en los enormes paisajes, con el drakkar enfrentándose a una tormenta o en medio de una batalla imposible.
    Retomando donde nos quedamos
    Para esta segunda temporada, 'Vinland Saga' ha cambiado a las manos de MAPPA aunque Shūhei Yabuta sigue al mando como director y también se ha contado con el resto del equipo creativo principal y también muchos de los animadores. Así que en este frente se puede decir sin miedo que 'Vinland Saga' no ha perdido calidad y ha mantenido bien el nivel.
    De hecho, y al contrario que ocurrió en su momento con 'Shingeki no Kyojin', no se aprecia un gran cambio de estilo y parece que retomamos el camino prácticamente de una temporada a otra sin que hubiera pasado el tiempo.
    Ahora bien, en contraste con los bellísimos paisajes, lo que tenemos para iniciarnos con esta temporada es un capítulo brutal y muy crudo que nos enseña lo que es ser un donnadie en el siglo XI. Esta vez no nos movemos dentro de una compañía de vikingos, si no que todo el primer capítulo se desarrolla desde el punto de vista de Einar, quien sufre en primera persona toda la crueldad y violencia de de una de sus incursiones.
    Por ahora tendremos que esperar para ver qué rol juega Einar a largo plazo en la historia, pero sin entrar en demasiados spoilers la temporada también arranca mostrándonos algunas caras conocidas que llevábamos mucho tiempo sin ver.
    Para poder seguir viendo qué nos depara la temporada tenemos simulcast doble, ya que semana a semana podemos seguir la segunda temporada de 'Vinland Saga' tanto a través de Crunchyroll como Netflix en japonés con subtítulos.
    La primera temporada se puede ver también en ambas plataformas y en Amazon Prime Video, y hay que señalar que además el doblaje en castellano es una maravilla, con un reparto buenísimo y una localización excelente.
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    La noticia Por qué 'Vinland Saga' es una imprescindible épica vikinga: la temporada 2 mantiene alto el listón de uno de los mejores animes de los últimos años fue publicada originalmente en Espinof por Mariló Delgado .
  9. Entre Fans
    Este pasado domingo se anunciaba la cancelación de 'Y: El último hombre' cuando todavía ni siquiera había acabado de emitirse la primera temporada. La duda que quedaba era qué había llevado a FX a confirmar tan pronto que no quería continuar adelante con la serie, que en España podemos ver a través de Disney+, cuando siempre se ha caracterizado precisamente por no hacer cosas así. Desde The Hollywood Reporter han desvelado varias claves detrás de ello.
    Como recordaréis, el proceso necesario para que 'Y: El último hombre' fue largo y repleto de contratiempos. De hecho, FX se hizo con los derechos de la serie en 2015, dando luz verde a un episodio piloto tres años después y anunciando que seguía adelante con la serie en 2019. Fue entonces cuando todo empezó a complicarse.
    Un proceso repleto de problemas
    Para empezar, la serie no pudo empezar a rodarse en abril de 2019 porque surgieron diferencias creativas entre lo que buscaba el dúo de showrunners formado por Michael Green, contratado en 2016, y Aida Croal, quien se sumó a la serie durante el desarrollo del piloto, y lo que quería la cadena. Todo pareció resolverse con el fichaje de Eliza Clark en junio de ese mismo año, pero no fue el caso
    Y es que inicialmente se había fichado a Barry Keoghan, actor visto en 'Dunkerque', para liderar el reparto junto a Diane Lane, pero en febrero de 2020 se anunció su salida. Ahí FX estuvo muy rápida para fichar a Ben Schnetzer a finales de ese mismo mes, pero entonces llegó la pandemia de coronavirus y hubo que retrasar los planes una vez mas.
    En Espinof Las 21 mejores series de Disney+ Una de las grandes consecuencias de todo ello es que FX tuvo que ir renovando los contratos de los actores cada cierto tiempo para asegurarse poder contar con ellos. Eso elevó más el coste de la serie, aunque justo es señalar que luego el equipo pudo mantener el presupuesto por debajo de los 8,5 millones de dólares por episodio que estaba previsto.
    Había que tomar una decisión ya
    Eso llevó a una situación límite para la cadena, ya que el contrato con los actores llegaba a su fin el 15 de octubre de este año. Vamos, el pasado domingo. Era entonces cuando había que tomar la decisión de pagar más dinero -se habla de 3 millones de dólares- sin tener la certeza de que compensaba seguir adelante con la serie o liberarlos a todos de sus contratos en un movimiento similar al que sufrió 'Mindhunter' en su momento.
    Al final, todo estuvo motivado por el contrato de los actores, ya que FX no quería que el reparto se quedase una vez más en el limbo, ya que datos detallados de audiencia no tenían. Tengamos en cuenta que 'Y: El último hombre' se ve en Hulu en Estados Unidos y esa plataforma no comparte sus datos de audiencia, por lo que tomar una decisión basándose en ello era complicado. Sí se sabe que el interés hacia la serie fue a menos según pasaban los episodios, pero eso es muy habitual en los estrenos.
    En Espinof Las 24 mejores películas de Disney+ Ahora queda la duda de si realmente habrá algún interesado en hacerse ahora con la serie. Desde The Hollywood Reporter se menciona a HBO Max como la opción más probable, ya que WarnerMedia también es la propietaria de Vertigo, el sello de cómics que lanzó 'Y: El último hombre' en su momento y además New Line, también propiedad de Warner, ya intentó hacer una película sobre esta historia en su momento. Que la cosa fructifique ya está por ver...
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    La noticia Por qué 'Y: El último hombre' ha sido cancelada: la serie recibe el hachazo antes de que Disney+ estrene el final de su temporada 1 fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
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  10. Entre Fans
    Vivimos en la era del streaming y son muchos los que ya solamente ven series de televisión a través de esos servicios. El problema es que a veces quieres ver alguna de una plataforma a la que no tienes acceso, pero lo peor de todo es cuando simplemente no está disponible en ninguna, que es exactamente lo que sucede en el caso de 'Yellowstone' y España.
    Inédita también en formato físico en España, la única opción que ha habido para verla ha sido a través de Paramount Network, donde se estrenó con varios años de retraso. ¿A qué se debe que no podamos verla en ninguna plataforma en nuestro país? La respuesta la encontramos en la existencia de compañías de streaming cuya expansión internacional está avanzando a paso lento.
    La complicada vida en streaming de la serie
    En Espinof El enorme éxito de 'Yellowstone' convierte a Kevin Costner en uno de los actores mejor pagados de televisión de todos los tiempos En condiciones normales, 'Yellowstone' sería una serie para verse en Paramount+, ya que está distribuida por ViacomCBS, el conglomerado propietario de Paramount. Sin embargo, los derechos en streaming pertenecen en realidad a Peacock, ya que esta plataforma cerró un acuerdo para hacerse con ellos cuando ya se habían emitido dos temporadas.
    El motivo fue que inicialmente no despertó mucho interés entre las compañías de streaming y además Paramount+ todavía no existía por aquel entonces, plataforma que surgiría poco después de la fusión de Viacom y CBS concretada en diciembre de 2019. Fue una época complicada en la que vendieron los derechos de streaming de series como 'South Park', cobrando por ellos unos 500 millones de dólares, y 'Yellowstone', acuerdo que se cerró en enero de 2020.
    No pasó mucho tiempo hasta que ViacomCBS se arrepintió de la venta de los derechos de la serie con Kevin Costner, pero en Peacock no han mostrado el más mínimo interés en vendérselos de vuelta. A fin de cuentas, 'Yellowstone' ya es todo un fenómeno televisivo.
    El caso español
    En Espinof 21 películas de western alucinantes para empezar a conocer y disfrutar el género Sin embargo, esa singularidad se va a perder en el caso de España, ya que Peacock y Paramount+ anunciaron hace unos meses que para el mercado europeo van a formar una plataforma conjunta conocida por el nombre de SkyShowtime. Se espera que su lanzamiento tenga lugar a lo largo de este 2022, pero todavía se desconoce la fecha. Además, la plataforma siempre podría retrasar un poco más la llegada de la serie y que no coincida con el lanzamiento de la plataforma.
    Sin embargo, es ahí donde deberíamos poder ver al fin 'Yellowstone' en España, ya que todo apunta a que están aguantando sus derechos para poder contar así con un catálogo lo más atractivo posible de cara a sus posibles clientes. 'MacGruber', 'Bel-Air', 'Halo' y 'Girls5Eva' son solamente otros de los títulos que deberían llegarnos a través de SkyShowtime, que también se espera sea el nuevo hogar en streaming para 'Star Trek: Discovery' en nuestro país....
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    La noticia Por qué 'Yellowstone' no está disponible en streaming en España: cuándo y dónde podremos ver la serie con Kevin Costner fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  11. Entre Fans
    Tras un periodo de latencia más largo de lo que pensábamos que podíamos aguantar, los grandes estrenos de pantalla grande se hicieron de rogar y han decidido llegar a la segunda mitad de 2021 en tromba, creando un efecto de lluvia de oro en la que de no tener nada hemos pasado a tener demasiado en donde elegir. Quizá por eso, una película tan tremendamente divertida y masiva como ‘La guerra del mañana’ está pasando como un estreno más de Amazon.
    Con 200 millones de dólares de presupuesto y un reparto encabezado por Cris Pratt y J.K. Simmons, esto habría sido uno de esos eventos imprescindibles que llenan las marquesinas de las grandes ciudades, pero el efecto pandemia ha relegado el film a ser una de esas apuestas de plataforma con póster genérico de foto de personajes con diseño paupérrimo y el logo de la compañía más grande que el nombre de sus estrellas o el director. No solo esto crea una impresión menor frente al film, sino que deja de imponer cierto respeto como producto.

    ‘La Guerra del mañana’ es un megablockbuster sin muchas complicaciones, más bien una serie B cara, pero una verdadera, que un complejo artefacto de ciencia ficción diseñado para asombrar a los fans habituales de Christopher Nolan. Llega en un año en el que películas competentes pero que tampoco arriesgan nada, como ‘Un lugar tranquilo 2’ (A Quiet Place 2, 2020) han centrado la conversación por haber tenido la suerte de que, en este caso también Paramount, haya tenido paciencia con ellas para permitirles arrasar en el cine.
    El gran blockbuster tapado del año
    Otros grandes estrenos de fantástico y terror del año como ‘Ejército de los muertos’ (Army of the Dead, 2021) y ‘Godzilla vs Kong’ (2021) crearon sendos terremotos en su mes de estreno y a pesar de ser largas, aburridas y mediocres han logrado ocupar un espacio que parece que ‘La guerra del mañana’ no está destinada a compartir por su tratamiento de estreno streaming del montón. Sin embargo, el film de Chris McKay es mucho más que una película de ciencia ficción destinada a ocupar un espacio de estreno semanal para rellenar catálogo.

    En Espinof De 'El mundo perdido' a 'Godzilla vs Kong': 14 películas con grandes combates de monstruos gigantes en el cine fantástico Es cierto que no intenta inventar la rueda, pero pocas veces tenemos oportunidad de ver aventuras tan plegadas a la diversión sin complejos y sin ataduras, mucho menos una rotunda fantasía militar con olor a pólvora, disciplina Heinlein y retorcidas criaturas de pesadilla con un diseño espectacular de Ken Barthelmey, irónicamente el creador de los mejores monstruos de ‘Godzilla vs Kong’. ‘La guerra del mañana’ es puro espectáculo Bis de ciencia ficción bélica monstruosa a tiro limpio, lo que a priori puede parecernos lo de siempre, y diablos, quizá lo sea, pero que se echaba muy en falta.
    El trabajo de McKay sigue la tradición del gran cine de palomitas sobre invasiones extraterrestres a gran escala, desde el tono catastrófico de ‘Independence Day’ (1996) con la que comparte también fanfarrias, pero con el componente de viajes temporales de ‘Al filo del mañana’ (Edge of Tomorrow, 2014), aunque lo cierto es que este está muy simplificado y se centra más en las posibilidades humanas de un futuro catastrófico cercano en la que miembros de la familia pueden coincidir, más cercano a ‘Terminator’ (1984) o ‘Interestellar’ (2014) que otra cosa.

    Tono de comedia geek
    Pero cuando se digiere el detalle de ciencia ficción de viajes temporales se impone el ángulo bélico de ‘Starship Troopers’ (1997) y la infravalorada ‘Invasión a la Tierra’ (Battle L.A., 2011), aunque ‘La guerra del mañana’ prefiere ponerse al lado de Paul Verhoeven y su generosa ración de escenas de caza de bichos, sin perder, eso sí, el punto de juguete geek afín al manga, con un planteamiento que manda a gente a una batalla como si fueran participantes de ‘Gantz’, incluidos supervivientes de juegos anteriores como si fuese ‘Battle Royale’ (2000), solo que aquí los participantes son cuarentones sin futuro.
    Lo que hace especial el concepto de ‘La guerra del mañana’ es que su equipo humano no está formado por experimentados soldados, sino por tu vecina y personas de lo más normal que son requeridos en el futuro, con el truco bajo la manga de que al ser mayores hay más posibilidad de que mueran y, de hecho, eligen a los desahuciados para que no se produzcan paradojas temporales importantes si caen en combate en el futuro. Un gimmick sencillo pero con un sentido del humor perverso, sobre todo cuando vemos a decenas caer al vacío muriendo como lemmings.

    En Espinof 8 series con invasiones alienígenas que no se parecen a 'Independence Day' Y es que lo que hace a ‘La guerra del mañana’ un divertimento refrescante es que está coloreado de humor y una autoconsciencia que aligera la gravedad de su arco dramático. Ya en su primer minuto suena la canción navideña ‘Christmas Wrapping’ de The Waitresses, probablemente la más bizarra, tonta y desconcertante posible, todo un clásico estacional en los Estados Unidos pero que tiene una implicación absurda que fuera del país muchos pueden no captar, pero lo cierto es que es una elección consciente que marca el tono del film.
    Al ritmo de los personajes

    Y es que McKay puede que sea el director más improbable para un film de estas características, pero su impronta como artífice de ‘Batman: La LEGO película’ (2017) aplica un tono ligero al conjunto que se va haciendo más evidente a lo largo del metraje. Empezando con un reparto liderado por Chris Pratt, que abraza aquí un lado más campechano que su personaje en la saga ‘Jurassic World’, aunque no llegue a ser el payaso narcisista Starlord. Su química con Yvonne Strahovski es entrañable y en ella reside el corazón de la película. Hay un elemento central de paternidad de ida y vuelta bastante mejor pensado de lo que parece y el guion de Zach Dean de encarga de plantar frases y momentos que nunca quedan sin su retribución más adelante en la película, con las dinámicas de padre e hija en el presente endurecidas por una situación catastrófica que añade un punto emocional magro, conciso y muy efectivo para encontrar luego la redención de ida y vuelta en el padre de Pratt en el film, un lacónico J.K. Simmons que forma un curioso triángulo con su nieta.
    El viaje en el tiempo permite un paralelismo a tres bandas en el que el comportamiento de Dan Forrester con su familia –que aún no ha ocurrido– refleja en el de su padre James, lo que plantea un interesante conflicto en el que debe manejar sus sentimientos con su hija, y al mismo tiempo entender que a veces son necesarias las segundas oportunidades. Los lazos emocionales son livianos pero efectivos y añaden el toque familiar a un film que, pese a estar concebido como un taquillazo, acaba siendo más un tebeo fantástico con alma freak.
    Una verdadera película de monstruos
    Ante todo, ‘La guerra del mañana’ es una película de monstruos de gran escala que no busca más ser una buena película de monstruos. Da igual que la guerra sea futura o presente, lo que importa es que sus dos horas y pico se las arreglan para introducir hasta cuatro grandes secuencias de acción con los whitespikes, seres alienígenas de absoluta pesadilla que se comen a la gente, lanzan espinas por tentáculos, como los Critters y están llenos de sorpresas, pero que ante todo son muy peligrosos y se presentan en pura una escena de tradición clásica de cine de terror –ojo a esos cuerpos colgando como en la saga ‘Depredador'–.

    En Espinof De 'La cura del bienestar' a 'The Empty Man': crónica de las grandes producciones de terror con las que ningún estudio supo qué hacer Las escenas con su presencia se sienten como parte de ‘Aliens: el regreso’ (1986), en las que no faltan monstruos muertos y recargas de munición, pura acción de lógica shooter de videojuego, pero muy bien planificada visualmente, puesto que siempre hay una excelente referencia espacial y la puesta en escena es tan sencilla como cristalina. En este aspecto sí que se nota que todo está muy diseñado para disfrutar en la gran pantalla, con profusión de planos amplios en los que se puede ver el movimiento de los monstruos, incluso algunos excelentes, como en los que una matanza se refleja en las lentes de unos prismáticos.
    Es en esas tomas generales donde se ha querido comparar al film con ‘La gran muralla’ (The Great Wall, 2016) o ‘Guerra mundial Z’ (world War Z, 2013), pero pese a la planificación de algunas escenas con planos generales (que en realidad recuerdan más a los de ‘Starship Troopers’), los combates con las criaturas tienen más madera de verdadera monster movie, llegando a destapar su verdadera naturaleza en un delicioso tramo final más íntimo que empieza como un homenaje a ‘La Cosa’ (The Thing, 1982) de John Carpenter, con conexiones arcanas lovecraftianas bajo el hielo y se convierte en una miniaventura de “caza al alien” en sintonía con la saga ‘Temblores’ (Tremors, 1990).
    Hacerlo sencillo no es tan fácil
    Criticado por ser más “convencional”, este especie de cuarto acto apuesta por la conexión entre personajes y rescata a un J.K. Simmons estoico, con una química genial con Chris Pratt que es el verdadero oro del film y la hace digna de una secuela de ambos como buddy movie familiar contra criaturas. El James Forrester que compone tiene el sabor arisco de Charles Bronson en ‘El desafío del Búfalo blanco’ (The White Buffalo, 1977), e incluso hay ideas del clímax que recuerdan a aquella.
    También funcionan bien en ese tramo Sam Richardson –otra prueba de la vocación de comedia del film– y ese inesperado uso de una radial, que ni Zack Snyder acabó poniendo en su nueva oda zombie pese a coquetear con ello toda la película, y la idea genial de que el friki de los volcanes de la clase tenga la solución para salvar a la humanidad. Una suma de detalles que nos indican que no se toma tan en serio como se está queriendo ver y su concepción de la acción exige una mirada a la altura de su vocación palomitera.

    En Espinof Las 31 mejores películas de terror de la década (2010-2019) ‘La guerra del mañana’ es una propuesta de ritmo sin concesiones, que entiende el carburante de la fantasía de películas como ‘Starfighter: La aventura comienza’ (The Last Starfighter, 1984) sin necesidad de jugar a la nostalgia, que se recrea en sus referencias pero también se preocupa en construir su propio universo, latiendo a su propio compás sin depender de ser secuela, reboot o adaptación de ninguna marca o videojuego previos. Tan solo hay que echar un vistazo a los éxitos de taquilla del año para darse cuenta de que incluso siendo algo derivativa, ya es única en su especie.
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    La noticia Por qué ‘La guerra del mañana’ es mucho más que un blockbuster de ciencia ficción: Amazon estrena la gran película de monstruos del año fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .
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  12. Entre Fans
    Hubo una época en la que parecía imposible que nunca llegásemos a ver lo que acabó conociéndose por el título de 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder', pero al apoyo popular hizo que Warner acabase cambiando de idea. ¿Por qué no iban ahora esos mismos fans a hacer presión para que el estudio continuase adelante con el SnyderVerde si ya consiguieron su objetivo esta primera vez? Sin duda así fue como nació el movimiento #RestoreTheSnyderVerse
    Por ahora, todo sigue el mismo camino que hubo con #ReleaseTheSnyderCut. Los fans queriendo ver la película pero Warner dejando claro desde el primer momento que el estudio tiene otro plan para sus superhéroes de DC pese a la buena acogida de este nuevo montaje. Sin embargo, las circunstancias son muy diferentes y llevan a pensar a que en esta ocasión el movimiento está condenado a fracasar.
    Ya se había dejado claro que no
    Por lo pronto, Warner ya ha anunciado que el canon dentro del DCEU sigue siendo la versión cinematográfica de 'Liga de la Justicia', aclarando además que tampoco tiene intención alguna de lanzar el Ayer Cut de 'Escuadrón suicida'. Desde el primer momento ha dejado claro que 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' es algo puntual y que no piensa seguir adelante por ahí.
    En Espinof Todas las películas del Universo Extendido de DC, ordenadas de peor a mejor El propio Snyder comentó antes del estreno de la película que el estudio no había mostrado el más mínimo interés en continuar con su visión de este universo de superhéroes, lo cual sin duda le llevó a permitirse detallar qué es lo que hubiera sucedido en las dos siguientes películas. Es cierto que faltan más detalles por conocer, pero nadie que realmente aún albergase alguna esperanza de hacerlo realidad haría algo así.
    Sería mucho más caro que 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder'
    Y es que puede que sus planes suenen muy interesantes a un sector del público, pero hacer desde cero una película como 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' es un proceso extraordinariamente costoso. En su momento se comentó que 'Liga de la Justicia' había costado 300 millones de dólares, una auténtica barbaridad de la que es cierto que parte corresponde a los reshoots de Joss Whedon. En su momento se hablaron de 25 millones adicionales por eso, por lo que la visión de Snyder se habría ido hasta los 275.
    Sin embargo, 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' ya había costado 250 millones de dólares frente a los 225 de 'El hombre de acero'. Todo iba a más y nada hace pensar que Snyder tuviera la más mínima intención de contenerse en el gasto de cara a 'Liga de la Justicia 2' y 'Liga de la Justicia 3'.
    En Espinof Universo Extendido de DC: en qué orden conviene ver todas sus películas de superhéroes Frente a eso, los 70 millones de dólares adicionales que supuestamente ha costado completar 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' se antoja como un gasto casi insignificante. A fin de cuentas, la mayor parte de su metraje ya estaba rodado y amortizado. Además, con esta decisión daban un empujón a HBO Max, plataforma por la que Warner incluso ha llevado a cambiar su política de estrenos durante 2021.
    Eso sí, Warner ya ha dejado claro que sus películas de estreno volverán a verse primer de forma exclusiva en cines en 2022, por lo que este año no deja de ser un movimiento inusual por las extraordinarias circunstancias del mundo actual. Tan singular como que hayamos podido ver 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder'.
    Los fans tóxicos y la situación de Snyder en Warner
    A eso hay que añadir que algunos movimientos tóxicos de algunos seguidores del movimiento #RestoreThe SnyderVerse como el review bombing de 'Godzilla vs. Kong' lo que hacen es dañar la imagen del mismo, hasta el punto de que ceder a sus peticiones puede verse como poco menos que aceptar un chantaje para evitar un posible boicot masivo. Además, desde Warner ya han comentado que no piensan tolerar ese tipo de actitudes, ya que quieren que "el fandom de DC sea un lugar que se sienta seguro e inclusivo".
    No olvidemos que el propio Snyder dijo haber aceptado la decisión de Warner de no hacer más secuelas antes del estreno de 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder'. Obviamente no va a querer matar las esperanzas de sus fans, pero es que además ni siquiera tiene ningún proyecto en marcha con Warner, por lo que lo más probable es que simplemente sigan caminos separados a partir de ahora.
    Ben Affleck y Ray Fisher
    A todo eso hay que unir el abandono de Ben Affleck como Batman. Tengamos en cuenta que la escena de 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' que comparten Jesse Eisenberg y Joe Manganiello estaba pensada inicialmente como avanzadilla de cara a la película que iba a dirigir el propio Affleck, cosa que finalmente se quedó en nada.
    Es cierto que Affleck va a regresar puntualmente como el hombre murciélago en 'The Flash', pero todo apunta a que será en un papel secundario y para dar cierre a su versión del personaje. Recordemos además lo mal que lo pasó en el rodaje de 'Liga de la Justicia', por lo que la idea de repetir experiencia no creo que le resulte especialmente estimulante...
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    Hoy en Amazon por 8,39€ Otro punto en contra de que Warner considere algo así es su complicada relación profesional con el actor Ray Fisher tras las críticas realizadas por el actor hacia Whedon. Fisher sí ha aclarado que estaría dispuesto a volver en una posible 'Liga de la Justicia 2', pero luego ha sido imposible llegar a un acuerdo para que aparezca en 'The Flash' y la idea de una película de Cyborg parece que lleva tiempo descartada.
    Warner se queda sin motivos
    Teniendo en cuenta todo lo dicho, no veo ningún motivo para confiar en el éxito de #RestoreTheSnyderVerse, y es que encima de todo eso, hay que recordar que las anteriores películas de DC dirigidas por Zack Snyder no fueron los rotundos éxitos de taquilla que esperaba Warner.
    Por ejemplo, 'Batman v Superman: El amanecer de la justicia' recaudó 873 millones de dólares en 2016, una cifra respetable, pero escasa frente a los 1.153 de 'Capitán América: Civil War' de ese mismo año. E incluso discretos frente a los 782 de 'Deadpool', cinta que había costado casi cinco veces menos...
    Y a todo esto hay que añadir que complicaría los planes que DC tiene ya en marcha, pudiendo incluso confundir a muchos espectadores por mucho multiverso que esté poniéndose en marcha. Muy caro, muy complicado en algunos frentes -no nos olvidemos tampoco que un montaje de cuatro horas para cines sería totalmente inviable- y sin el aliciente de dar un empujón a HBO Max.
    Imagen | BossLogic
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    La noticia Por qué #RestoreTheSnyderVerse está condenado al fracaso pese a la buena acogida de 'La Liga de la Justicia de Zack Snyder' fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .


  13. Entre Fans
    Netflix soltó esta pasada semana la noticia bomba de que la quinta temporada de ‘La casa de papel’ va a ser la última. Es cierto que la plataforma tiende últimamente a desprenderse de sus series tras el estreno de tres o cuatro temporadas y con ella llegaría justo a tener tres como producción exclusiva suya -las dos anteriores se vieron primero en Antena 3-, pero también que ‘La casa de papel’ es un bombazo mundial, por lo que a nadie le hubiese sorprendido que quisieran seguir adelante con ella.
    En mi caso creo que poner punto y final a ‘La casa de papel’ es la mejor decisión que podían tomar, porque de lo contrario corrían el peligro de perder el cariño del público -recordemos por ejemplo el caso de ‘Por trece razones’, un éxito enorme en su primera temporada que se despidió por la puerta de atrás con su cuarta tanda de episodios-. A continuación voy a exponer mis motivos para alegrarme por esta noticia.
    Los límites del más difícil todavía
    Una cosa que ‘La casa de papel’ ha ido mostrando a lo largo de las temporadas es que no tenía miedo a ir elevando las amenazas a las que tenía que hacer frente la banda liderada por el Profesor. Era inevitable hacerlo para poder mantener ese ritmo frenético que tanto se potenció desde su llegada a Netflix, pero también para que el espectador realmente sintiera que los personajes estaban siendo llevados al límite y que no se trataba de un peligro que iban a sortear fácilmente gracias a su ingenio.
    El disparo recibido por al final de la tercera temporada fue entonces el cenit de esa política de seguir apostando por el más difícil todavía, pero en la cuarta tanda de episodios empezaron a descontrolarse hasta el punto de que solamente lo entretenidos que estábamos nos hacía pasar más o menos por alto decisiones de guion un tanto peculiares que afectaban de forma clara a la credibilidad de lo que estábamos viendo.
    En Espinof Las 14 mejores series de Netflix en 2020 (hasta ahora) Es cierto que se puede decir que ‘La casa de papel’ había saltado ya el tiburón en varias ocasiones, pero siempre conseguía caer de pie y dejarnos con ganas de más. Eso empezó a mostrar síntomas de fatiga en la cuarta temporada, donde además de saltar el tiburón daban al mismo tiempo una pirueta en el aire mientras practicaban tiro al blanco. Uno seguía alucinando con lo que veía, pero a veces era para mal.
    El robo del Banco de España no da ya más de sí
    Si hay una diferencia importante entre las temporadas vistas en Antena 3 y las exclusivas de Netflix es lo que apuntaba antes del ritmo frenético, ya que en Atresmedia el tiempo dedicado a la construcción de personajes era mucho mayor. Eso no suponía valles pronunciados en los episodios, pero sí hacía que fuera algo más reposada -también había que "llenar" más minutos de metraje- y que la locura llegara normalmente a través de las decisiones que tomaban los protagonistas, incluso cuando éstas no formaban parte del plan.
    En cambio, la serie en Netflix aprovechaba que las bases ya estaban sentados para que esos momentos de calma fueran más escasos y que lo importante fuera potenciar la inyección de adrenalina que aporta al espectador por encima de todo. Esto lleva a que hay un punto en el que simplemente no se puede extender más el juego de poder que se establece entre atracadores y fuerzas de seguridad del orden de forma creíble.
    En Espinof Las 17 series más esperadas de Netflix en lo que queda de 2020 Ya hemos tenido una particular tregua, pero la situación es tal que sería muy difícil aceptar que este robo siguiera en curso tras los siguientes 10 episodios. Salvo una locura totalmente fuera de lugar tipo invasión extraterrestre, el atraco al Banco de España no daba más de sí. De hecho, lo suyo hubiera sido resolverlo en dos tandas de capítulos, pero imagino que así se refuerza la idea de más grande es mejor que la serie ya venía aplicando en algunos aspectos desde su salto a Netflix.
    Un nuevo atraco carece de sentido
    Tras el robo en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, lo suyo hubiera sido que el Profesor y los suyos vivieran felices con sus nuevas identidades. No tenían necesidad alguna de volver a robar, y solamente la captura de Río motivó que volviesen a unir fuerzas para conseguir liberar al personaje interpretado por Miguel Herrán. No dejaba de ser una mera excusa para tener más temporadas, pero tenía sentido y encajaba con la forma de ser de ellos. Tanto que Tokio necesitara desfogarse como que él sintiera la necesidad de mantener el contacto con ella.
    Encontrar otra razón para que la banda lleve a cabo un nuevo atraco resulta bastante impensable, tanto por la opción de repetirse con el hecho de que otro miembro de la banda sea capturado -siempre podrían optar porque en esta ocasión lo haga algún villano megalomaniaco, pero seguiría siendo más de lo mismo- como por el simple hecho de necesitar más dinero. Simplemente sería desvirtuar por completo la serie por el simple hecho de que tiene éxito y hay que seguir exprimiéndola.
    Los personajes necesitan un descanso
    Uno de los grandes ejes de la serie son sus personajes. En sus dos primeras temporadas hubo una notable preocupación para que conociésemos a todos y nos pudiera preocupar lo que iba a sucederles. En las siguientes se aprovechó esto para ponerles en situaciones cada vez más peliagudadas, pero realmente no queda ya mucho margen para indagar en ellos sin dar vueltas sobre lo mismo una y otra vez.
    Es cierto que ha habido adiciones interesantes por el camino, sobre todo de rivales de nuestro protagonistas como Sierra o Gandía, pero también ha habido otros casos muy obvios en los que se ha visto claramente que algunos siguen ahí solamente porque han de estarlo. Un buen ejemplo es el de Arturo, quien en la cuarta temporada empezó a resultar sencillamente repugnante, perdiendo ese factor de que nos encanta odiarle para simplemente caernos mal.
    En Espinof 'La casa de papel': qué funciona y qué no en la temporada 4 del fenómeno de Netflix Por ahora eso no ha sucedido con ninguno de los protagonistas, ya que simplemente se ha ido ampliando su personalidad hasta el punto de que si te cargaba Tokio en las dos primeras temporadas, no quiero imaginar lo que piensas del personaje interpretado por Úrsula Corberó en la actualidad. Quizá El Profesor ha sido el que más crecimiento ha mostrado, ya que inicialmente parecía alguien muy inteligente pero muy asocial, pero incluso con él ya empieza a haber poco que rascar pese al gran trabajo de Álvaro Morte.
    Además, la banda no deja de perder miembros. La última en caer fue Nairobi, pero antes ya habían caído Oslo, Moscú o Berlín. Todo el tema de los flashbacks de estas últimas dos temporadas parece encamino principalmente a poder volver a contar con Pedro Alonso, pero su presencia ya perdería todo sentido en un nuevo atraco.
    Sí que hay nuevas incorporaciones que han dado juego en mayor o menor medida, pero los miembros originales de la banda necesitan despedirse cuando todavía siguen en lo más alto y no como un grupo de personajes que han estado en nuestras vidas mucho más tiempo del necesario.
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    La noticia Por qué acabar 'La casa de papel' en la temporada 5 es la mejor decisión para el bombazo de Netflix fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .


  14. Entre Fans
    Netflix soltó la noticia bomba de que la quinta temporada de 'La casa de papel' va a ser la última. Es cierto que la plataforma tiende últimamente a desprenderse de sus series tras el estreno de tres o cuatro temporadas y con ella llegaría justo a tener tres como producción exclusiva suya –las dos anteriores se vieron primero en Antena 3–, pero también que ‘La casa de papel’ es un fenómeno mundial, por lo que a nadie le hubiese sorprendido que quisieran seguir adelante con ella.
    En mi caso creo que poner punto y final a ‘La casa de papel’ es la mejor decisión que podían tomar, porque de lo contrario corrían el peligro de perder el cariño del público –recordemos por ejemplo el caso de ‘Por trece razones’, un éxito enorme en su primera temporada que se despidió por la puerta de atrás con su cuarta tanda de episodios–. A continuación voy a exponer mis motivos para alegrarme por esta noticia.
    Los límites del más difícil todavía
    Una cosa que ‘La casa de papel’ ha ido mostrando a lo largo de las temporadas es que no tenía miedo a ir elevando las amenazas a las que tenía que hacer frente la banda liderada por el Profesor. Era inevitable hacerlo para poder mantener ese ritmo frenético que tanto se potenció desde su llegada a Netflix, pero también para que el espectador realmente sintiera que los personajes estaban siendo llevados al límite y que no se trataba de un peligro que iban a sortear fácilmente gracias a su ingenio.
    El disparo recibido por al final de la tercera temporada fue entonces el cenit de esa política de seguir apostando por el más difícil todavía, pero en la cuarta tanda de episodios empezaron a descontrolarse hasta el punto de que solamente lo entretenidos que estábamos nos hacía pasar más o menos por alto decisiones de guion un tanto peculiares que afectaban de forma clara a la credibilidad de lo que estábamos viendo.
    En Espinof Las 11 mejores series de Netflix en 2021 (por ahora) Es cierto que se puede decir que ‘La casa de papel’ había saltado ya el tiburón en varias ocasiones, pero siempre conseguía caer de pie y dejarnos con ganas de más. Eso empezó a mostrar síntomas de fatiga en la cuarta temporada, donde además de saltar el tiburón daban al mismo tiempo una pirueta en el aire mientras practicaban tiro al blanco. Uno seguía alucinando con lo que veía, pero a veces era para mal.
    El robo del Banco de España no da ya más de sí
    Si hay una diferencia importante entre las temporadas vistas en Antena 3 y las exclusivas de Netflix es lo que apuntaba antes del ritmo frenético, ya que en Atresmedia el tiempo dedicado a la construcción de personajes era mucho mayor. Eso no suponía valles pronunciados en los episodios, pero sí hacía que fuera algo más reposada -también había que "llenar" más minutos de metraje- y que la locura llegara normalmente a través de las decisiones que tomaban los protagonistas, incluso cuando éstas no formaban parte del plan.
    En cambio, la serie en Netflix aprovechaba que las bases ya estaban sentados para que esos momentos de calma fueran más escasos y que lo importante fuera potenciar la inyección de adrenalina que aporta al espectador por encima de todo. Esto lleva a que hay un punto en el que simplemente no se puede extender más el juego de poder que se establece entre atracadores y fuerzas de seguridad del orden de forma creíble.
    En Espinof Las 13 mejores películas de Netflix en 2021 (por ahora) Ya hemos tenido una particular tregua, pero la situación es tal que sería muy difícil aceptar que este robo siguiera en curso tras los siguientes 10 episodios. Salvo una locura totalmente fuera de lugar tipo invasión extraterrestre, el atraco al Banco de España no daba más de sí. De hecho, lo suyo hubiera sido resolverlo en dos tandas de capítulos, pero imagino que así se refuerza la idea de más grande es mejor que la serie ya venía aplicando en algunos aspectos desde su salto a Netflix.
    Un nuevo atraco carece de sentido
    Tras el robo en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, lo suyo hubiera sido que el Profesor y los suyos vivieran felices con sus nuevas identidades. No tenían necesidad alguna de volver a robar, y solamente la captura de Río motivó que volviesen a unir fuerzas para conseguir liberar al personaje interpretado por Miguel Herrán. No dejaba de ser una mera excusa para tener más temporadas, pero tenía sentido y encajaba con la forma de ser de ellos. Tanto que Tokio necesitara desfogarse como que él sintiera la necesidad de mantener el contacto con ella.
    Encontrar otra razón para que la banda lleve a cabo un nuevo atraco resulta bastante impensable, tanto por la opción de repetirse con el hecho de que otro miembro de la banda sea capturado -siempre podrían optar porque en esta ocasión lo haga algún villano megalomaniaco, pero seguiría siendo más de lo mismo- como por el simple hecho de necesitar más dinero. Simplemente sería desvirtuar por completo la serie por el simple hecho de que tiene éxito y hay que seguir exprimiéndola.
    Los personajes necesitan un descanso
    Uno de los grandes ejes de la serie son sus personajes. En sus dos primeras temporadas hubo una notable preocupación para que conociésemos a todos y nos pudiera preocupar lo que iba a sucederles. En las siguientes se aprovechó esto para ponerles en situaciones cada vez más peliagudadas, pero realmente no queda ya mucho margen para indagar en ellos sin dar vueltas sobre lo mismo una y otra vez.
    Es cierto que ha habido adiciones interesantes por el camino, sobre todo de rivales de nuestro protagonistas como Sierra o Gandía, pero también ha habido otros casos muy obvios en los que se ha visto claramente que algunos siguen ahí solamente porque han de estarlo. Un buen ejemplo es el de Arturo, quien en la cuarta temporada empezó a resultar sencillamente repugnante, perdiendo ese factor de que nos encanta odiarle para simplemente caernos mal.
    En Espinof Todas las series canceladas por Netflix en 2021 Por ahora eso no ha sucedido con ninguno de los protagonistas, ya que simplemente se ha ido ampliando su personalidad hasta el punto de que si te cargaba Tokio en las dos primeras temporadas, no quiero imaginar lo que piensas del personaje interpretado por Úrsula Corberó en la actualidad. Quizá El Profesor ha sido el que más crecimiento ha mostrado, ya que inicialmente parecía alguien muy inteligente pero muy asocial, pero incluso con él ya empieza a haber poco que rascar pese al gran trabajo de Álvaro Morte.
    Además, la banda no deja de perder miembros. La última en caer fue Nairobi, pero antes ya habían caído Oslo, Moscú o Berlín. Todo el tema de los flashbacks de estas últimas dos temporadas parece encamino principalmente a poder volver a contar con Pedro Alonso, pero su presencia ya perdería todo sentido en un nuevo atraco.
    Sí que hay nuevas incorporaciones que han dado juego en mayor o menor medida, pero los miembros originales de la banda necesitan despedirse cuando todavía siguen en lo más alto y no como un grupo de personajes que han estado en nuestras vidas mucho más tiempo del necesario.
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    La noticia Por qué acabar 'La casa de papel' en la temporada 5 es la mejor decisión para el bombazo de Netflix fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
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  15. Entre Fans
    Leyendo en diagonal las entrevistas de Albert Serra, el director catalán podría pasar por un irredimible e inaguantable mentecato. Y bien es cierto que la autoproclamada "madre Teresa de Calcuta del cine español" colecciona titulares que favorecen el salvaje clickbait mediático para dar forma a uno de los personajes más polémicos y odiados por su radical visión de la industria cinematográfica, la creación audiovisual y su aparente falta de originalidad, o productos como 'Star Wars' o las series, que considera nocivos para el espectador.
    Pero, partiendo solo de las imágenes de su filmografía, y dejando de lado sus jugosas hot takes que cualquier periodista cultural ardería en deseos de publicar, Serra es uno de los cineastas más relevantes del siglo XXI a nivel nacional e internacional. Habitual en el festival de Cannes, el director de 'Pacifiction' colecciona premios y reconocimientos por doquier en cualquier territorio que no sea el español, donde su irrevocable castigo es ser odiado por propios y extraños que se muestran más que dispuestos a condenar sus palabras sin asomarse a sus imágenes.
    En Espinof Goya 2023: dónde ver en streaming las películas nominadas a los premios más importantes del cine español Y es que Serra no se ha ganado su reconocimiento por azar ni por el consolidado establishment del cine de autor europeo: son sus películas y su radical aproximación a las imágenes las que hablan por un cineasta comprometido con la búsqueda de lo que hay tras el ojo de la cámara (digital), su voluntad de que ficción y no ficción sean indistinguibles, su narrativa (cuando se intuye) surgida en la sala de montaje, su tratamiento de las soledades contemporáneas y las (cuestionables) hipocresías de todas las sociedades, su curiosidad por mostrar las oscuridades y recovecos de la(s) historia(s), o su política actoral regida por el abandono para evitar la construcción dramática.
    Si bien quien firma nunca hablará (sin ironía) de "separar la obra del autor" por un entendimiento tan simple como que todo arte está condicionado por su contexto, la figura pública de Albert Serra, un irritable dandy pagadísimo de sí mismo, no debería eclipsar su riguroso proceso cinematográfico ni su entereza como creador. Son estas razones las que convierten su obra en una apabullante losa cuyos efectos sobre quien mira (da igual si es disfrute o carga, atracción o repulsión) solo conducen a un asombro aplastante.
    El rodaje como compromiso irreductible con las imágenes
    Serra es un director de imágenes meticulosas (no se entiende que 'Pacifiction' no opte, ni siquiera, al Goya a la Mejor dirección de fotografía por la labor de Artur Tort), donde hay un sentido clarísimo y más que estudiado de la puesta en escena. El aparataje de sus películas se construye no tanto durante el rodaje como en la sala de montaje, un claro reflejo de su esforzada y obsesiva búsqueda de algo más tras la cámara.
    Las cámaras trabajan sin ton ni son (tres cámaras digitales que graban al mismo tiempo), lo que le permite obtener imágenes a tutiplén en busca de una suerte de esencia que, a priori, existe, pero es difícilmente perceptible. Así lo explicaba en una entrevista sobre 'Liberté', su penúltima película, para Espinof: "Las cámaras escrutan algo que está allí, algo sobre lo que yo no tengo ninguna idea, ni los propios actores pueden controlar".
    Desde 'Honor de Cavalleria', en la que se atisbaba un inesperado sentido de la maravilla en una visualidad irrepetible, el director parece obsesionado con volver a encontrar esas imágenes inocentes. Su proceso es, entonces, una operación inversa que, desde el escrutinio performativo y el particular contexto de sus secuencias (hipermediatizadas, con una dirección de interpretación casi ausente y con agresivos choques en busca de lo genuimo, le permita volver a encontrar estas imágenes, como un paciente cazador que pone todas sus trampas (el rodaje) hasta que la presa indómita (las imágenes) cae en ellas.
    En Espinof Las 17 mejores películas españolas de 2022 Una de las más elocuentes exploraciones de la obra de Serra habla de este cambio de sentido en busca de imágenes pregnantes: "No se trata de revelar a los seres filmados tal y como son sino de situarlos en un contexto escénico singular —un rodaje inmersivo sin pautas de guion, sin indicaciones de dirección y con tres cámaras filmando al mismo tiempo que dejan sin un objetivo de referencia a los actores— para que afloren inconscientemente aspectos inéditos de ellos registrados por el dispositivo".
    Hacia una política del abandono entre las sombras de la(s) historia(s)
    La extrañeza de las miradas observadas y observantes en las películas de Serra, que tienen en 'Liberté' su máxima expresión, nacen durante los rodajes no solo por la estrategia multicámara del director. El realizador opta por reducir al mínimo la comunicación con sus actores, para que la interpretación sea continua en el set y los actores nunca salgan de su personaje, pero también para que los actores no puedan anticipar y evitar las consecuencias primarias e instintivas causadas por las (reducidas) órdenes del cineasta.
    Este peculiar acercamiento a la política actoral desde el abandono aporta al cineasta una suerte de autenticidad entre prefabricada (por machacona insistencia ante las miles de imágenes que la cámara captura) y genuina (porque, después de romper todas las barreras de la actuación tras el agotamiento, deja solo esencia). Una fórmula que, acompañada de una planificación apabullante (cómo olvidar el tróspido baile de Benoît Magimel en 'Pacifiction', injusto olvidado en categorías interpretativas), deja imágenes hipnóticas y pregnantes.
    Como le ocurre en la búsqueda de sus imágenes, Serra se asoma entre los recovecos más oscuros y macabros de la Historia, en busca de la otra cara del progreso y de un idealismo hipócrita y descreído: es el caso de su acercamiento a la Ilustración en 'La muerte de Luis XIV' y, especialmente, 'Liberté', como denuncia de la hipocresía de la burguesía francesa.
    En Espinof "El plano-contraplano hasta un tonto sabe hacerlo". He asistido a una masterclass de Albert Serra y esto es todo lo que he aprendido Pero la fijación del director con las sombras de la(s) historia(s) no busca solo perversidades, pues también hay espacios liminales en el ámbito de los grandes relatos, no necesariamente históricos, y una cierta obsesión por lo mítico, que son los que Serra rescata: los extraños entretiempos de su particular visión del Quijote en 'Honor de Cavalleria', el extrañado transitar hacia ningún lugar de los Reyes Magos en 'Els cants dels ocells', o la contraposición de Casanova y Drácula en 'Història de la meva mort'.
    Las películas de Serra, siempre situadas en territorios liminales (del relato, del formato, de la construcción de personajes), tienen un primer germen en la captación de sus imágenes, pero tanto o más importante es el trabajo en la sala de montaje.Es más: la construcción narrativa de sus obras, si acaso se atisba, nunca está descrita previamente, pues nacen entre el buceo obsesivo del director y sus montadores en el amplísimo bruto. Decíamos antes que Albert Serra es un cazador: pues en montaje se convierte en quien amansa las fieras, un domador de imágenes asilvestradas a las que prepara para ser vistas en una pretendida pureza que maravilla, pero deja incógnitas.
    'Pacifiction': el infierno poscolonialista con el que Albert Serra culmina sus obsesiones
    Con el inicio de 'Pacifiction', pareciera que Albert Serra se traicionara y cediera espacio a una narración que, a pesar de su congruente ritmo pausado, tal y como ocurre en un paraíso de lentitudes como la Polinesia Francesa, podría pasar por convencional.
    Pero el espíritu del director es incorruptible, y lo que se asemejara a un relato accesible pronto se deshilacha hasta todos los abandonos posibles, dejando espacio para cuerpos solitarias y miradas perdidas que dejan la luz del atardecer y se adentran en los neones de la noche.
    El descenso irrefrenable hace que la cinta sea plenamente congruente en el opus del cineasta y, a la vez, renovadora hasta cierto punto: aunque viaje hacia lo confuso, siempre queda al fondo la sensación de relato; a diferencia de sus obras anteriores, no busca entre las sombras de las ideas ilustradas o los grandes relatos, sino entre las de la historia más reciente; a pesar de insistir en soliloquios y abandonos ante la cámara, muchas de sus escenas guardan relación entre montaje…
    Siendo, al menos en apariencia, la más convencional de sus películas, 'Pacifiction' es la confirmación definitiva (si es que hacía falta) de la consolidación del director, lo que no exime su carácter afano y de voluntad confusa e incomprensible. Pero el cine de Serra es uno de esfuerzos y recovecos, no tanto por aportar recompensas a quienes entran en el juego y descifran sus aparentes enigmas, sino por estimular la velocidad del pensamiento y la sobreinterpretación. ¿Es eso bueno, o no necesariamente? Y, sobre todo, ¿importa esa pregunta en un panorama en el que las imágenes apenas exudan sentidos por mucho que las estrujemos?
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    La noticia Por qué Albert Serra es mucho más que clickbait incombustible: exploramos la obra radical de "la madre Teresa de Calcuta del cine español" y gran ausente en los Premios Goya fue publicada originalmente en Espinof por Antonio Ramón Jiménez Peña .
  16. Entre Fans
    Andrew Garfield fue el protagonista de la segunda iteración de Spider-Man en la gran pantalla. Una vez quedó claro que Tobey Maguire no iba a continuar dando vida al superhéroe de Marvel, Sony tardó bien poco en decantarse por Garfield para ocupar su lugar en 'The Amazing Spider-Man'.
    La película dirigida por Marc Webb fue bien en taquilla pero se quedó por debajo de las tres aventuras lideradas por Maguire. Eso no impidió que 'The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro' llegase a los cines en 2014, cuyos ingresos se quedaron por debajo de su predecesora, pero Sony siguió con sus ya anunciados planes de hacer una tercera entrega. Fue entonces cuando todo se complicó.
    Muchas dudas
    En Espinof Por qué Tobey Maguire dejó de ser Spider-Man y la cuarta película de la saga de Sam Raimi nunca se hizo El estreno de 'The Amazing Spider-Man 3' quedó fijado para mayo de 2016. Garfield iba a volver a dar vida a Peter Parker y Webb repetiría tras las cámaras. Además, ya había planes para una cuarta entrega, aunque Webb ya había dejado claro que no contasen con él para dirigirla. En paralelo a todo eso, Sony trabajaba en crear un universo siguiendo la estela de Marvel, valiéndose para ello de Los Seis Siniestros.
    Probablemente motivados por el hecho de que el funcionamiento en taquilla de 'The Amazing Spider-Man 2' había sido peor de lo esperado, Sony empezó retrasando el estreno de la tercera entrega hasta 2018. Durante meses apenas hubo novedades, con la excepción de unas declaraciones de Garfield señalando dónde había fallado la segunda entrega:
    En Espinof Todas las películas de Spider-Man ordenadas de peor a mejor Tampoco ayudó nada a Garfield que no apareciese en una gala en Rio de Janeiro tras la conclusión del Mundial de Fútbol de 2014 en la que Kaz Hirai, presidente y CEO de Sony, iba a presentarle como protagonista de 'The Amazing Spider-Man 3' ante más de 700 invitados. El actor sí viajó a la ciudad, pero no se presentó en la sala y Hirai no se lo tomó precisamente bien. Una filtración a finales de 2014 ya dejó claro que en Sony habían dejado de contar con Garfield para el papel.
    Lo siguiente que se supo fue que Sony anunciaba en febrero de 2015 que cancelaba 'The Amazing Spider-Man 3' y que había llegado a un acuerdo con Marvel para compartir al personaje. Obviamente, hubo varios movimientos para que eso se concretara, el más llamativo quizá fue que se llegó a barajar la posibilidad de que el Spider-Man de Garfield pasase a formar parte del MCU, una idea que se descartó con rapidez.
    Las negociaciones entre Amy Pascal y Kevin Feige llevaron a que el segundo solamente estaba interesado en ayudar con la película si realmente hacía la película, nada de ofrecer una serie de consejos e irse. Cuando todo acabó saliendo adelante fue cuando se le ocurrió la idea de que Iron Man fabricase el traje para Spider-Man, un factor clave para conseguir el objetivo común de que todo se sintiera "mucho más moderno".
    La tristeza de Garfield
    Hubo que esperar para conocer la reacción de Garfield ante lo sucedido, pero no dudó en afirmar que el fracaso de su Spider-Man le había roto el corazón:
    En Espinof Gina Carano y otros 23 actores despedidos con polémica de películas y series de televisión Para entonces, Sony y Marvel ya habían fichado a Tom Holland para sucederle en el papel de Spider-Man, aunque un tiempo después descubrimos varios alucinantes detalles sobre cómo habría sido la tercera aventura encabezada por Holland.
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    La noticia Por qué Andrew Garfield dejó de ser Spider-Man y Tom Holland se convirtió en el superhéroe de Marvel fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  17. Entre Fans
    El streaming llegó para quedarse, siendo tanto el presente como el futuro del entretenimiento. Tras el gran éxito conseguido por Netflix, todos quieren tener su propia plataforma y la duda hace tiempo que dejó estar entre utilizar o no el streaming para pasar a ser cuántas necesitas tener para colmar tus necesidades audiovisuales.
    Una de las principales consecuencias de ello ha sido el declive del formato físico. ¿Qué necesidad tengo de llenar mi casa con series o películas cuando puedo acceder a ellas con un simple click? A priori es una lógica irrebatible, pero la cosa cambia si entramos en detalles. De hecho, creo que el formato físico es más importante que nunca en plena era del streaming.
    ¿El coleccionismo herido de muerte?
    La principal línea de resistencia siempre ha estado en los grandes coleccionistas. Ya sea por una presentación elegante, por la notable cantidad de contenidos adicionales o por el mero hecho de que son incapaces de dejar de poseer los títulos que les gustan. Eso ha permitido el surgimiento de sellos independientes para satisfacer nichos de mercado concretos que las majors habían desatendido.
    Sin embargo, eso no ha impedido que las ventas lleven varios años bajando de forma constante, mientras que las alternativas digitales y, sobre todo, el streaming no han dejado de ir a más. Parece inevitable asumir que el cambio de modelo será total en un futuro más o menos cercano, pero hay una libertad esencial que concede el formato físico de la que nos estamos olvidando.
    En Espinof ¿Está herido de muerte el coleccionismo de películas? Hay una serie de pegas imposibles de resolver en el caso del formato físico, siendo la más evidente el espacio que ocupa. Luego además uno puede encontrarse como problemas puntuales en formas de ediciones concretas defectuosas de forma masiva sin que los usuarios sean compensados debidamente o simplemente la invisibilidad de multitud de títulos -aunque, seamos justos, ese problema de momento es aún mayor en el caso del streaming-.
    Lo que no se puede discutir es que si tienes una película o una serie adquirida en dvd, blu-ray, uhd -o incluso formatos ya abandonados como el vhs o el Laser Disc-, esa copia es tuya. Nadie la va a poder alterar como consecuencia del revisionismo histórico que haya concluido que alguno de sus elementos puede llegar a ser ofensivo.
    Cuando pierdes el control sobre la película o serie
    Sí, estoy pensando en casos como el de 'Lo que el viento se llevó', aunque en esa ocasión se solucionó con el regreso de la película acompañada de información dando contexto sobre su componente racista. Este punto gustará más o menos, pero lo realmente importante es que la película sigue accesible en HBO Max.
    No obstante, solamente fue necesaria la llegada del miedo a su retirada para que las ventas en formato físico de 'Lo que el viento se llevó' se disparasen. Y eso que el anuncio de su retirada venía acompañada del dato aclaratorio de que era una medida temporal y pronto volvería a estar disponible.
    La cuestión es que el caso de 'Lo que el viento se llevó' no ha sido una simple anécdota, sino un ejemplo más de que con el streaming dependemos de una serie de decisiones ajenas que van desde la conveniencia de mantener o no un título en el catálogo -hay no pocas películas y series que cuesta entender por qué no están en ninguna parte- hasta la posibilidad de manipular su contenido en mayor o menor medida.
    Mucho se está hablando últimamente de la retirada de capítulos en series como '30 Rock (Rockefeller Paza)', 'Community' o 'Little Britain' por el uso del blackface. En el caso de esta última incluso se optó por cortar por lo sano y retirar la serie al completo de BBC y Netflix. De nuevo, la consecuencia fue que las ventas del formato físico se disparasen, y dudo que sea anecdótico que en webs como Zavvi se agotase el pack de '30 Rock (Rockefeller Plaza)' poco después de que NBC anunciase la retirada de varios episodios de la serie por decisión de Tina Fey.
    A algunos puede que les haya pillado por sorpresa esa decisión, pero es algo que Hollywood lleva ya varios años practicando. Desde la eliminación del episodio de 'Los Simpson' en el que prestó su voz Michael Jackson para la llegada de la serie a Disney+ hasta la desaparición del gag de los créditos finales de 'Toy Story 2' por bromearse con el acoso sexual.
    En Espinof Guía de supervivencia de 'Los Simpson': el momento definitivo en que la serie comenzó a fallar Las películas y las series ya dejan de ser de tu propiedad y las diferentes plataformas pueden censurarlas como crean conveniente, casi siempre para evitar posibles polémicas. Si ya las tenías en dvd o blu-ray, eso no sucede.
    Otro detalle importante es cómo llegan esas series y películas a las diferentes plataformas de streaming. Muy comentado fue en su momento el lanzamiento de 'Los Simpson' en Disney+ con el formato de pantalla incorrecto, algo que se corrigió meses después, por no hablar del culo censurado de Daryl Hannah en 'Un, dos, tres... Splash' o de la aparición de una versión censurada de 'Regreso al futuro 2' en Netflix.
    En este último caso se corrigió en cuanto alguien se dio y empezó a hablarse de ello, ¿pero y los casos en los que nadie recordará exactamente cómo era la versión original de la película o toda la gente que la habrá visto pensando que la cinta era realmente así?
    Nada impide que surja más gente como George Lucas retocando la trilogía original de 'Star Wars', tradición que incluso siguió Disney+ con la polémica escena en la que existía la duda sobre si Han Solo disparó primero o no. y que tampoco caiga en el olvido que en la versión de 2002 de 'E.T., el extrarrestre' se llegaron a cambiar las armas de fuego por walkie talkies.
    En Espinof Lo que la corrección política se llevó: 16 películas aclamadas en su momento que ahora resultan incómodas Y todo eso sin entrar a hablar de los límites en la calidad de imagen y audio de los servicios de streaming. Recordemos por ejemplo la polémica que acompañó al estreno de un episodio de la última temporada de 'Juego de Tronos' que se veía muy oscuro o las recientes declaraciones de Tom Hanks lamentando que 'Greyhound' se vaya a estrenar directamente en Apple TV+ sin pasar antes por los cines.
    Evitemos que el formato físico desaparezca
    Es cierto que el streaming es muy cómodo y no te roba espacio en el hogar, pero a veces nos olvidamos de que puede que simplemente ninguno de ellos tenga disponible la serie o película que estamos buscando. Y luego están todos los peligros que he mencionado más atrás, desde la censura de alguna escena hasta la retirada de capítulos completos.
    Habrá quien piense que son casos aislados, pero se empieza por ahí y se acaba, bueno, no sabemos dónde puede acabar algo así. Bueno, tenemos un referente bastante curioso con Disney intentando hacer como si 'Canción del sur' no existiese. Una película racista, sí, pero el camino a seguir debería ser más en la línea de lo que ideó Warner con algunos cortos controvertidos que con su eliminación...
    Además, el mercado físico está claramente de capa caída y puede que llegue el día en el que simplemente no podamos comprar la serie o película que tanto amamos. Bueno, eso ya sucede con producciones exclusivas de plataformas de streaming como Netflix, pero podría extenderse perfectamente más allá de eso.
    Lo que hace falta ahora es proteger el formato físico como se está haciendo en Francia, y tener muy claro que es fundamental para preservar nuestras obras favoritas como fueron concebidas inicialmente. Que algunas quizá no sean polémicas hoy, pero los patrones culturales cambian y lo que hoy está totalmente aceptado mañana será objeto de duras críticas
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    La noticia Por qué comprar películas y series en formato físico es más importante que nunca en plena era del streaming fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .


  18. Entre Fans
    El streaming llegó para quedarse, siendo tanto el presente como el futuro del entretenimiento. Tras el gran éxito conseguido por Netflix, todos quieren tener su propia plataforma y la duda hace tiempo que dejó estar entre utilizar o no el streaming para pasar a ser cuántas necesitas tener para colmar tus necesidades audiovisuales.
    Una de las principales consecuencias de ello ha sido el declive del formato físico. ¿Qué necesidad tengo de llenar mi casa con series o películas cuando puedo acceder a ellas con un simple click? A priori es una lógica irrebatible, pero la cosa cambia si entramos en detalles. De hecho, creo que el formato físico es más importante que nunca en plena era del streaming.
    ¿El coleccionismo herido de muerte?
    La principal línea de resistencia siempre ha estado en los grandes coleccionistas. Ya sea por una presentación elegante, por la notable cantidad de contenidos adicionales o por el mero hecho de que son incapaces de dejar de poseer los títulos que les gustan. Eso ha permitido el surgimiento de sellos independientes para satisfacer nichos de mercado concretos que las majors habían desatendido.
    Sin embargo, eso no ha impedido que las ventas lleven varios años bajando de forma constante, mientras que las alternativas digitales y, sobre todo, el streaming no han dejado de ir a más. Parece inevitable asumir que el cambio de modelo será total en un futuro más o menos cercano, pero hay una libertad esencial que concede el formato físico de la que nos estamos olvidando.
    En Espinof ¿Está herido de muerte el coleccionismo de películas? Hay una serie de pegas imposibles de resolver en el caso del formato físico, siendo la más evidente el espacio que ocupa. Luego además uno puede encontrarse como problemas puntuales en formas de ediciones concretas defectuosas de forma masiva sin que los usuarios sean compensados debidamente o simplemente la invisibilidad de multitud de títulos -aunque, seamos justos, ese problema de momento es aún mayor en el caso del streaming-.
    Lo que no se puede discutir es que si tienes una película o una serie adquirida en dvd, blu-ray, uhd -o incluso formatos ya abandonados como el vhs o el Laser Disc-, esa copia es tuya. Nadie la va a poder alterar como consecuencia del revisionismo histórico que haya concluido que alguno de sus elementos puede llegar a ser ofensivo.
    Cuando pierdes el control sobre la película o serie
    Sí, estoy pensando en casos como el de 'Lo que el viento se llevó', aunque en esa ocasión se solucionó con el regreso de la película acompañada de información dando contexto sobre su componente racista. Este punto gustará más o menos, pero lo realmente importante es que la película sigue accesible en HBO Max.
    No obstante, solamente fue necesaria la llegada del miedo a su retirada para que las ventas en formato físico de 'Lo que el viento se llevó' se disparasen. Y eso que el anuncio de su retirada venía acompañada del dato aclaratorio de que era una medida temporal y pronto volvería a estar disponible.
    La cuestión es que el caso de 'Lo que el viento se llevó' no ha sido una simple anécdota, sino un ejemplo más de que con el streaming dependemos de una serie de decisiones ajenas que van desde la conveniencia de mantener o no un título en el catálogo -hay no pocas películas y series que cuesta entender por qué no están en ninguna parte- hasta la posibilidad de manipular su contenido en mayor o menor medida.
    Mucho se está hablando últimamente de la retirada de capítulos en series como '30 Rock (Rockefeller Paza)', 'Community' o 'Little Britain' por el uso del blackface. En el caso de esta última incluso se optó por cortar por lo sano y retirar la serie al completo de BBC y Netflix. De nuevo, la consecuencia fue que las ventas del formato físico se disparasen, y dudo que sea anecdótico que en webs como Zavvi se agotase el pack de '30 Rock (Rockefeller Plaza)' poco después de que NBC anunciase la retirada de varios episodios de la serie por decisión de Tina Fey.
    A algunos puede que les haya pillado por sorpresa esa decisión, pero es algo que Hollywood lleva ya varios años practicando. Desde la eliminación del episodio de 'Los Simpson' en el que prestó su voz Michael Jackson para la llegada de la serie a Disney+ hasta la desaparición del gag de los créditos finales de 'Toy Story 2' por bromearse con el acoso sexual.
    En Espinof Guía de supervivencia de 'Los Simpson': el momento definitivo en que la serie comenzó a fallar Las películas y las series ya dejan de ser de tu propiedad y las diferentes plataformas pueden censurarlas como crean conveniente, casi siempre para evitar posibles polémicas. Si ya las tenías en dvd o blu-ray, eso no sucede.
    Otro detalle importante es cómo llegan esas series y películas a las diferentes plataformas de streaming. Muy comentado fue en su momento el lanzamiento de 'Los Simpson' en Disney+ con el formato de pantalla incorrecto, algo que se corrigió meses después, por no hablar del culo censurado de Daryl Hannah en 'Un, dos, tres... Splash' o de la aparición de una versión censurada de 'Regreso al futuro 2' en Netflix.
    En este último caso se corrigió en cuanto alguien se dio y empezó a hablarse de ello, ¿pero y los casos en los que nadie recordará exactamente cómo era la versión original de la película o toda la gente que la habrá visto pensando que la cinta era realmente así?
    Nada impide que surja más gente como George Lucas retocando la trilogía original de 'Star Wars', tradición que incluso siguió Disney+ con la polémica escena en la que existía la duda sobre si Han Solo disparó primero o no. y que tampoco caiga en el olvido que en la versión de 2002 de 'E.T., el extrarrestre' se llegaron a cambiar las armas de fuego por walkie talkies.
    En Espinof Lo que la corrección política se llevó: 16 películas aclamadas en su momento que ahora resultan incómodas Y todo eso sin entrar a hablar de los límites en la calidad de imagen y audio de los servicios de streaming. Recordemos por ejemplo la polémica que acompañó al estreno de un episodio de la última temporada de 'Juego de Tronos' que se veía muy oscuro o las recientes declaraciones de Tom Hanks lamentando que 'Greyhound' se vaya a estrenar directamente en Apple TV+ sin pasar antes por los cines.
    Evitemos que el formato físico desaparezca
    Es cierto que el streaming es muy cómodo y no te roba espacio en el hogar, pero a veces nos olvidamos de que puede que simplemente ninguno de ellos tenga disponible la serie o película que estamos buscando. Y luego están todos los peligros que he mencionado más atrás, desde la censura de alguna escena hasta la retirada de capítulos completos.
    Habrá quien piense que son casos aislados, pero se empieza por ahí y se acaba, bueno, no sabemos dónde puede acabar algo así. Bueno, tenemos un referente bastante curioso con Disney intentando hacer como si 'Canción del sur' no existiese. Una película racista, sí, pero el camino a seguir debería ser más en la línea de lo que ideó Warner con algunos cortos controvertidos que con su eliminación...
    Además, el mercado físico está claramente de capa caída y puede que llegue el día en el que simplemente no podamos comprar la serie o película que tanto amamos. Bueno, eso ya sucede con producciones exclusivas de plataformas de streaming como Netflix, pero podría extenderse perfectamente más allá de eso.
    Lo que hace falta ahora es proteger el formato físico como se está haciendo en Francia, y tener muy claro que es fundamental para preservar nuestras obras favoritas como fueron concebidas inicialmente. Que algunas quizá no sean polémicas hoy, pero los patrones culturales cambian y lo que hoy está totalmente aceptado mañana será objeto de duras críticas
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    La noticia Por qué comprar películas y series en formato físico es más importante que nunca en plena era del streaming fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
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  19. Entre Fans
    Disney+ ha acaparado multitud de titulares estas últimas horas al saberse que iba a cambiar de estrategia con sus series originales. Hasta ahora siempre se estrenaban los viernes, pero la plataforma ha decidido mover los lanzamientos a los miércoles tras la gran acogida que ha tenido 'Loki' en ese día de la semana.
    Obviamente, no son pocos los defensores de que el viernes es el mejor día para estrenar los títulos de streaming porque la mayor parte del público tiene por delante un fin de semana libre con mucho más tiempo que dedicar a los visionados. Es verdad, pero también que hay tal sobreabundancia de lanzamientos que muchos acaban sepultados desde el mismo momento en el que están disponibles.
    Los miércoles son los nuevos viernes para las series de Disney+
    Y es que era evidente que Netflix tenía que apostar por los viernes cuando empezó a apostar con fuerza por la programación original, pero poco a poco llegaron otros jugadores como Amazon Prime Video, Movistar o Apple Tv+, apostando todas ellas por los viernes. Con Disney+ sucedió lo mismo, tónica que mantuvo hasta que decidió desmarcarse con 'Loki'.
    La verdad es que no es una decisión insólita, ya que HBO Max ya optó por estrenar los capítulos de sus series originales los jueves, pero el alcance de esa plataforma sigue siendo minoritario y era más difícil sopesar hasta qué punto compensaba desviarse del plan al que todos se apuntaban.
    En el caso de Disney+, está bastante claro que la buena acogida de 'The Mandalorian' ya ayudó en su momento a que otras plataformas empezasen a jugar con la idea de no estrenar sus temporadas de golpe. Apple Tv+ ya lo hizo de salida, pero sus series han tardado en empezar a ganar repercusión, algo que el título protagonizado por Pedro Pascal consiguió desde el primer momento.
    En Espinof 'The Mandalorian': todos los episodios de la serie de Star Wars ordenados de peor a mejor Eso ha llevado a que Prime Video haya probado a estrenar con varios episodios para luego optar por un lanzamiento semanal. Especialmente sonado fue cuando decidió seguir ese camino con la segunda temporada de 'The Boys'. No deja de ser una política aplicada según el título en cuestión, pero está claro que el boca a boca sigue siendo importante para que algunas series vayan creciendo semana a semana. Bien reciente tenemos el caso de 'Mare os Easttown' en HBO.
    Todos querían su parte del pastel de los viernes
    Sin embargo, los viernes se mantenían como una fecha inalterable salvo raras excepciones, convirtiendo así los estrenos de streaming en una extensión de los estrenos en salas -esa herencia se mantiene con las películas, pues Disney+ seguirá estrenándolas los viernes-. Eran el día clave y todos querían su parte del pastel. El problema es que el pastel quizá no era lo suficientemente grande y algunos títulos se resentían por ello.
    Al final, esa especie de involución era necesaria, ya que las networks de Estados Unidos no han ido perdiendo cada vez más peso por ir estrenando series casi todos los días de la semana -el sábado sí que era más inusual que estrenasen nada-, sino por las limitaciones para intentar llegar a un público más generalista. A eso le añades la increíble comodidad que ofrecen las plataformas de streaming y claro, el cambio de tendencia era inevitable.
    En Espinof ¡Vengadores, uníos! En qué orden conviene ver todas las películas del Universo Marvel La cuestión ahora está en que sí, la gente suele tener más tiempo libre la noche de los viernes, los sábados y los domingos, pero el resto de la semana también se puede dedicar algo de tiempo a ver tus series favoritas. Mucha gente lo hace y no pasa nada. Bueno, quizá no poder ver todo el día del estreno o poco después lleva a que te acabes comiendo algún spoiler en redes sociales, que a la gente también le gusta comentar lo que ve y no todos llevan los mismos ritmos.
    En el caso concreto de 'Loki' no tengo dudas de que ser una serie de Marvel protagonizada por ese personaje en cuestión ha sido un factor determinante para su éxito, pero no se nos olvide que antes 'Bruja Escarlata y Visión' y 'Falcon y el Soldado de Invierno' se habían estrenado en viernes. Sabemos que 'Loki' consiguió mejores datos, pero no hasta qué punto. Quizá la diferencia haya sido tan grande que al menos han querido probar suerte con sus otras series.
    No era sostenible
    Y es que no se nos olvide que la mayoría de las series originales de Disney+ no han provocado demasiado ruido -ni siquiera sorpresas tan agradables como 'Somos los mejores: Una nueva era'-. Habrá muchos motivos, pero tengo claro que la feroz competencia es uno. Si tienes un montón de capítulos de estreno el mismo día -en no pocas casos incluso temporadas completas-, hablar de ganadores y perdedores es inevitable. Si haces que otro día de la semana se asocie claramente a tus series, eso que tienes ganado aunque luego otras plataformas puedan acabar subiéndose a tu mismo barco.
    Además, seguro que Disney manejaba datos adicionales sobre el consumo de streaming los miércoles, ya que es el día en el que suelen estrenarse los episodios de los títulos de Hulu, compañía de la que Disney es propietaria mayoritaria. Seguro que eso influyó en la prueba piloto con 'Loki' y ahora se han lanzado al vacío.
    En Espinof Las 11 mejores series de 2021... hasta ahora Ahora la duda está en si otras plataformas se alejarán del viernes, sea de forma generalizada o para lanzar títulos concretos. La burbuja de los viernes tenía que estallar y el siguiente paso es ver si va a ser una explosión enorme o una más pequeñita en la que nadie quiera dar la sensación de estar claudicando.
    Yo apuesto por lo segundo, pero lo que tengo claro es que no es sostenible seguir estrenando todos los viernes, porque a veces convierte el visionado de las series que te gustan en una obligación en lugar de algo que realmente disfrutes.
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    La noticia Por qué Disney+ acierta diferenciándose de Netflix y otras plataformas de streaming al cambiar el día de estreno de sus series originales fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
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  20. Entre Fans
    El apodo de The Rock está tan unido al nombre de Dwayne Johnson que muchos lo usan de forma indistinta. A fin de cuenta, Johnson saltó primero a la fama como luchador, donde era conocido como The Rock, algo que aprovechó para dar el salto a Hollywood en 2001 con 'The Mummy Returns'.
    La explicación de Johnson
    No tardaría mucho en centrar su carrera en el mundo de la interpretación, estando justamente ahí el motivo por el que prefirió dejar atrás a The Rock para pasar a ser acreditado únicamente como Dwayne Johnson. El actor explicó hace un par de años qué fue lo que motivó esa decisión y qué es exactamente lo que quería conseguir con ello:
    En Espinof Las 32 mejores películas de acción de la historia Y es verdad que el cambio fue gradual, pues de aparecer acreditado como The Rock durante varias películas pasó a ser Dwayne 'The Rock' Johnson durante un par de títulos, completando el cambio en 2008 con 'Superagente 86 de película'. Desde entonces siempre ha aparecido acreditado en sus película como Dwayne Johnson con una única excepción, la película 'Peleando en familia', donde justamente se interpretaba a sí mismo como luchador.
    En Espinof 'Pressing Catch', el arte de las peleas sin sentido Eso sí, el protagonista de 'El rascacielos' o 'Tesoro del Amazonas' también reconoció que "estaba muy orgulloso de The Rock y de lo que había conseguido en este salvaje y loco mundo de la lucha libre profesional" y que no tiene ningún problema con que queramos seguir llamándole así:
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    La noticia Por qué Dwayne Johnson dejó de ser The Rock en su carrera como actor (y su opinión sobre que sigamos llamándole por su apodo de luchador) fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  21. Entre Fans
    Sorprende que el excelente programa de cine Todopoderosos haya dedicado no uno, sino dos episodios completos a la figura de George A. Romero y su cine, siendo un director al que, más allá de sus clásicos de cine zombie, no ha tenido nunca una apreciación crítica más allá de su importancia como icono del cine independiente y regional americano. Sacar su nombre estos días parece un tanto oportunista, pero si hay una saga del fantástico que sea hoy relevante es la suya.
    El programa va más lejos y coloca a Romero como uno de los grandes escritores del cine norteamericano de todos los tiempos y se deshacen en elogios a su forma de dirigir actores y su capacidad de reflejar el carácter del ser humano, haciendo una analogía acertadísima con el naturalismo de Émile Zola y la otredad, algo que cobra mucho sentido cuando se pone en contexto con el lema que lleva su universo de muertos vivientes al terreno filosófico, el “nosotros somos ellos” que revela a los zombies como nuestro reflejo.
    La sátira, con sangre entra
    George Romero es acusado a menudo de director descuidado por la tosca factura de muchos de sus films, los cuales reflejan los medios y las formas en las que fueron realizados. La mayoría de las veces eran producciones muy alejadas del mundo de la industria, que reflejan su actitud vital y comprometida con sus propias concepciones del cine y la vida. Por ello, toda su obra está cargada de ideas políticas y sociales, usualmente muy cargadas de crítica, pero muy lejos del panfleto precocinado, más centradas en la esencia irreparable del ser humano.
    Quizá por ello sus películas siguen siendo relevantes y efectivas, ya que su comentario social a menudo es circunstancial —nunca descuida su historia o personajes por el tema central del film— y suele venir empaquetado en forma de sátira evidente, en la que utiliza una situación extraordinaria, como puede ser un apocalipsis zombie, para describir alguna situación del mundo real que le parece absurda y que, precisamente, replicándola en otras condiciones puede verse plenamente desnuda como es.
    En Espinof 'Vienen a por ti, Barbara': cómo George A. Romero cambió el cine de terror para siempre Por su carga de opiniones, preguntas lanzadas al aire y el retrato de la sociedad y la clase política, sus films no solo quedan como destacables cápsulas del tiempo sobre el momento en el que fueron hechas, sino que tienen un poder refractante imperecedero que nos disecciona y deja ver que si hay algo que hoy nos sorprende, es probable que ya tuviera una equivocación histórica previa que puede servirnos para hoy. Por ello, quizá es conveniente repasar sus películas y reconocernos en las situaciones más cotidianas de, por ejemplo, esta pandemia.
    El inicio de la cuarentena
    Desde que se anunció el estado de alarma y vimos colas de carros, compras sin freno, acopio exagerado de papel higiénico, geles desinfectantes o guantes, la vida en la covid-19 ha sido tristemente similar a lo que nos contaban películas como ‘Zombie’ (Dawn of the Dead, 1978), en la que los zombies tienen el vago recuerdo de que en medio del apocalipsis el sitio al que quieren volver es al supermercado. Mucho más feo es el clímax de aquella, en la que los saqueadores tratan de quedarse el centro comercial como fuerte.
    La insolidaridad del principio de la pandemia hizo que nos viéramos a nosotros mismos en escenas dantescas de carreras en supermercados, estampas propias de las rebajas en los estantes de la carne, precisamente el bien que parecía al que más le afectaría el desabastecimiento. La comparación con los zombies carnívoros no necesita destacarse, pero escenas como las vistas lo único que separa del cine es la convención social de que la carne envasada y pagada en una caja es algo más civilizado.

    El egoísmo extremo en situaciones de estrés, la deshumanización y la vuelta al sálvese quien pueda más cruel tiene un carácter universal, pero en donde Romero escribió el futuro fue en ‘Los Crazies’ (The Crazies, 1973), en la que directamente se narraba la cuarentena de un pueblo americano en la que un virus obligaba al gobierno a usar métodos drásticos en los que la vida humana dejaba de tener sentido. La parte más interesante del film, sin embargo, es cómo representaba el caos y la ineficiencia de los políticos, militares y científicos.
    Caos informativo, mentiras y muertos
    La desinformación, la actuación a destiempo, las decisiones encubiertas por unos, omitidas por otros, la falta de acuerdos y la tensión constante dan una visión precisa de lo que hemos podido presenciar. Tan válido también como los instantes de tumulto del principio de ‘Zombie’, con una estación de televisión en ebullición y acalorados debates televisivos en los que los contertulios hablan sin tener toda la información y se tiran los papeles a la cabeza. Y por no hablar de las retransmisiones caseras, que ya aparecían aquí como signo del total colapso social.
    Lo que más escalofriante resulta es comprobar cómo la escena de asalto de un grupo de SWATS a un edificio de latinos y negros infectado retrata perfectamente en dónde ha atacado con más virulencia la pandemia. Las clases trabajadoras, los pequeños pisos de barrios con gente hacinada y una gran conexión racial. Romero también hacía otro comentario atinado. La infección zombie se propaga por la reticencia de algunas familias a matar (de nuevo) a sus fallecidos, mostrando lo fácil que es que determinados sectores no lidien igual con las mismas normas.
    En Espinof "Ellos viven, nosotros dormimos": 'Déjame salir' y otros 11 clásicos del horror metafórico Si nos vamos al inicio, a ‘La noche de los muertos vivientes’ (Night of the Living Dead, 1968), vemos cómo los políticos, militares y medios de comunicación se mantienen en shock, cuando no callados, y se lanza la teoría de que los muertos vuelven a la vida por un experimento espacial pero que, en realidad, es tan solo disertación —en el montaje original se esgrimían varias razones posibles para dar más idea de la desorientación de medios y autoridades—, algo que nos recuerda a toda esa retahíla de sopas de murciélago, pangolines y laboratorios chinos saboteados.
    ‘El diario de los muertos’ y la era del ruido
    Y esa tromba de información y el papel de los medios, que ya aparecía en su película fundacional, tiene una expansión en su especie de reboot de la saga ‘El diario de los muertos’ (Diary of the Dead, 2007), en la que Romero examinaba el papel de internet en la difusión de la información antes de la explosión de las redes sociales —Facebook empezó a funcionar justo ese año—. Resulta alucinante ver cómo retrata a los futuros youtubers cuando sus protagonistas viven obsesionados con grabar todo y subirlo a la red ya en su página de Myspace, obnubilados con el número de visitas y seguidores.
    Romero ponía como protagonistas a estudiantes sin dejar de dibujarles como narcisistas amorales, que no dudan en grabar a gente en problemas antes de ayudarles. Algo que en su momento impactaba mucho y se criticó como un error narrativo, acaba cobrando sentido cuando vemos que ‘Diary of the Dead’, en esencia, circulaba alrededor de la idea de rodar la muerte (incluso la de uno mismo) para lograr la celebridad en forma de likes. Nada que nos sorprenda hoy, cuando tenemos casos como el del youtuber Logan Paul que llevó su celebridad con 15 millones de subscriptores al extremo de rodar a un ahorcado real y bromear a su lado en 2018.
    También mostraba a estudiantes adictos a los móviles y a los selfies antes de que existiera el primer smartphone y el personaje de la chica de Texas podría ser el prototipo de instagramer futura, que, además, Romero utilizaba para hacer un sutil estereotipo del republicano de los estados del Sur que cobra mucho sentido al ver a votantes de Trump esgrimir eslóganes similares al ‘Don’t mess with Texas’, que en aquellos momentos podía verse como el ‘Don’t Mess With América’ esgrimido como proclama en la guerra de Irak que tienen la misma lógica del ‘Make América Great Again’.
    La expansión de las Fake News
    Pero sobre todo, ‘Diary of the Dead’ hablaba de la democratización de la información y el tribalismo de las redes que tuvo lugar en la década de los 2010, ofreciendo una audaz comentario sobre el poder de cualquiera para decir e inventar lo que quiera y compartirlo, sin dejar de poner el ojo en los mass media. Romero discurría por conceptos que resultaban abstractos en 2007, como plantear que un loco como Hitler pudiera crear su base de seguidores y el tiempo ha demostrado que el resurgir de la ultraderecha más radical se ha servido de internet.
    El planteamiento de los medios editando el material recogido por la gente era puesto sobre la mesa, dejando claro que lo que se graba puede ser una verdad a medias según en manos de quien cae, no solo prediciendo la manipulación, sino un garabato de lo que luego vendrían a ser las fake news. El director se inspiraba en el desastre del Katrina, pero, de nuevo, en el periodo postcuarentena podemos reconocer los tejemanejes de gobiernos, medios, o personajes como Spiriman en la manipulación de libre acceso.
    En Espinof Las 21 mejores películas sobre el poder del periodismo Su hipótesis del tribalismo se extendía en su siguiente y último film, en el que la segmentación de los supervivientes se hacía más radical en una isla en la que unos defendían el dejar a los zombies con vida y otra matarlos. Un conflicto interesantísimo, que ya planteaba ideas sobre el extremismo político que Romero estaba vislumbrando en el albor de las redes sociales y ha acabado dando lugar a fenómenos políticos como la estrategia Steve Bannon, el Brexit y el movimiento del extremismo ideológico generalizado en el que estamos inmersos.
    En Espinof Las 17 mejores películas de zombies de todos los tiempos Sobre raza, representación LGTB y feminismo
    Si bien ‘La resistencia de los muertos’ tenía un protagonista secundaria negra, su siguiente capítulo de su trilogía de reboots iba a estar protagonizada por el grupo de guardias nacionales afroamericanos que aparecía en ‘El diario de los muertos’, una suerte de panteras negras del apocalipsis que se ocupaban de los suyos y encontraban la igualdad de condiciones solo en el momento en el que las instituciones habían sido derrocadas. Sin embargo, en el último pondría en el equipo a un latino, al igual que en ‘La tierra de los muertos’, representando sus orígenes hispanos.
    Aún lejos de la ola de feminismo y de cuotas de diversidad racial y sexual que invadió la cultura en los 2010, Romero ya se esforzaba por proponer una representación activa, algunas veces forzando el discurso hasta tal punto de presentar a una soldado lesbiana masturbándose sin tapujos casi delante de sus compañeros, un movimiento hecho específicamente para incomodar con su cine a quien esa imagen le pudiera molestar. Romero aprovechaba la película para representar también un perfil de machista americano arquetípico.
    Muldoon podría representar perfectamente la idea del fanático religioso americano que se estaba haciendo fuerte a finales de la anterior década y que asaltó las urnas para elegir a Trump en 2016. Entre los distintos esperpentos que representa, tenía a su mujer zombie atada con una cadena a la cocina, en donde la mujer, como otros muertos vivientes, hace lo que su recuerdo recurrente le indica, estar encerrada entre fogones y fregaderos, tratando de replicar torpemente lo que solía hacer viva. Un retruécano brillante de su mitología para definir a todo un sector de la población que sigue en esa mentalidad del oeste.
    De la guerra de Irak a la era Trump
    Los zombies de Romero siempre han servido como metáforas de su era, en el fondo su papel es el de un desastre natural, pero en el nuevo milenio, su última entrega de los cuatro films principales, su papel era mucho más ambiguo. Por una parte, el primer borrador de Romero, en los 90, quería reflejar los principios neoliberales actuales del mundo occidental, tratando a los muertos como sin techo, como un problema que no existe. El director ya había definido su rascacielos de ricos, al estilo de una ficción de Ballard, en la que vivía solo la élite.
    Sin embargo, el 11-S dio un nuevo giro a su idea y acabó incorporando la idea de Irak y los ataques terroristas a las torres gemelas se reflejaban como una toma de los zombies a la fortaleza de la clase alta. Una idea que podría parecer oportunista, pero tan solo es una confirmación postapocalíptica del antiguo deseo del director de adaptar ‘La máscara de la muerte roja’ de Poe, a la que hace algunos guiños a lo largo del film, con lo que la idea es la misma que la que mueve el resto de sus películas, las masas de muertos vivientes como revolución.
    Ahora, en el albor de una nueva década, tres lustros después, esa misma idea toma un nuevo cariz tras las elecciones de 2016. Donald Trump, un yuppie de los 80 con una torre hecha a su medida en medio de Manhattan, es elegido presidente de los Estados Unidos. Kaufman, el tirano de ‘La tierra de los muertos vivientes’ (Land of the Dead, 2005), un rico trajeado que ha tomado un rascacielos y maneja la ciudad a su antojo gracias al dinero. Los zombies se comienzan a organizar y buscan asaltar la torre, porque es el único sitio en el que ven luz. Se agolpan a sus puertas y finalmente entran.
    Fahrenheit 2020
    Hay que tener en cuenta que George A. Romero escribió al protagonista de ‘La tierra de los muertos vivientes’ como un afroamericano, pero cuando su productor y Universal se negaron, por creer que eso haría que se vendiera mal fuera de Estados Unidos, decidió que los muertos vivientes serían los verdaderos héroes del film, y además serían liderados por un actor *****. Ahora su film de terror tenía a un gasolinero afroamericano a liderando una revolución zombie contra los vivos. Irónico. Lo verdaderamente impactante es contrastar con la realidad de EE.UU. a día de hoy.
    Tres años después del estreno de su película, el mundo entraba en una gran recesión económica de la que apenas se ha recuperado y ha servido para aumentar la precariedad, a pobreza endémica y la diferencia de clases. En el mundo de ‘La tierra de los muertos vivientes’ solo unos pocos pueden acceder al mundo dentro del gran edificio y el resto viven en las calles, se alimentan de los restos que dejan esas clases altas y viven domesticados por los juegos y el vicio. A los muertos vivientes los engañan tirando fuegos artificiales en el cielo. No hace falta rascar para ver la alegoría.
    Trump ganó sus elecciones prometiendo un muro con México que impediría que estos entraran a Estados Unidos a “violar y a robar” (sic) y pagó su campaña gracias a su dinero. En ‘La tierra de los muertos vivientes’ Kauffman crea vallas electrificadas y puestos militares para impedir la entrada de los zombies, pero estos acaban abriéndose camino, primero derribando una valla, y luego cruzando el río, convirtiéndose, literalmente, en espaldas mojadas. La metáfora del emigrante tiene más poder tras las leyes del Presidente de los Estados Unidos.
    Las revueltas en memoria de George Floyd
    No solo ha endurecido las leyes durante la pandemia, sino que creó zonas de concentración, enjaulando niños y separándoles de sus padres dando una serie de imágenes dantescas que hacen eco con las de ‘La tierra de los muertos vivientes’ con zombies usados, enjaulados y humillados para juegos o directamente colgados para practicar tiro con ellos. La equivalencia se completa con Kauffman gritándole al líder ***** “you have no right”, aludiendo indirectamente a los derechos humanos. Al personaje latino acaba llamándole “maldito hispano”.
    En Espinof 21 películas, documentales y series imprescindibles sobre el conflicto racial en Estados Unidos La sutilidad no es para George Romero cuando se trata de hacer sátira, pero da por hechas tantas cosas que sus imágenes acaban ganando poder con el paso de los años. El líder ***** de los zombies decide tomar las armas literalmente cuando ve como los humanos matan a los suyos. Tras la muerte de George Floyd se iniciaron las revueltas raciales más importantes de este siglo en Norteamérica, con concentraciones también en Nueva York, específicamente… a las puertas de la torre Trump.
    Romero no es un adivino, quizá tampoco un visionario, pero sí un gran conocedor de la historia de Estados Unidos y el dilema de la política neoliberal frente a la clase media y baja. En ‘La tierra de los muertos vivientes’ dibuja a los revolucionarios humanos más marxistas como una clase potencialmente peligrosa para cuando toman el poder, indicando su falta de confianza en el sistema y en el ser humano. Su ojo para leer el conflicto es mucho más complejo y rico de lo que parece a simple vista, por eso, su cine sigue reflejando nuestros días con precisión de cirujano.
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    La noticia Por qué el cine de George A. Romero es más relevante que nunca en tiempos de pandemia y revueltas raciales fue publicada originalmente en Espinof por Jorge Loser .


  22. Entre Fans
    No era tarea sencilla darle un final a 'La casa de papel', en parte porque ya tuvo uno cuando acabó su paso por Antena 3 tras dos tandas de episodios. Con su salto a Netflix, la serie optó por una energía diferente, potenciando la adrenalina por encima del resto, alcanzando su punto álgido por esa vía con el quinto capítulo de esta última temporada.
    Sin embargo, faltaban otros cinco para cerrar la historia del atraco al Banco de España, por lo que las reglas del juego cambiaban. Ahora tocaba dar con una despedida que mantuviese ese lado más arrollador y sorprendente de la serie, pero también recuperar su lado más emotivo de forma consistente y funcionar a modo de despedida. Todos teníamos nuestras preferencias sobre lo que queríamos que sucediera, pero creo que el equipo de 'La casa de papel' ha dado con un cierre perfecto para la etapa de la serie en Netflix.
    Un cambio de enfoque
    'La casa de papel' llevaba una escalada peligrosa desde el inicio de la tercera temporada. Todo parecía ser la búsqueda del más difícil todavía para que la serie nunca dejase de estar en lo más alto. Poco importaba cualquier tipo de exceso, incluso para introducir nuevos personajes, ya que todo parecía valer. No es que en estos últimos episodios falten giros de guion que cualquiera podría discutir, pero hay un cambio fundamental: todos están orientados a hacer encajar las piezas de cara a su final.
    Pensemos por ejemplo en todo lo referente a la repentina aparición del hijo y la ex de Berlín para fastidiar los planes del Profesor y hacerse con el oro. Un golpe de efecto clarísimo para complicarlo todo más a última hora para luego resolverlo todo con cierta celeridad, en parte porque simplemente no había más tiempo.
    En Espinof Las 13 mejores series de Netflix en 2021 (por ahora) Todo ello tiene una doble función. Por un lado, da algo de sentido a todos esos flashbacks sobre el personaje interpretado por Pedro Alonso que más de una vez parecía que solamente estaban ahí para poder volver a contar con el personaje de Berlín. Por otro, añade emoción e incertidumbre para mantener en tensión al espectador, pero no deja de ser una estación de paso de cara al último gran truco del Profesor para poder salirse con la suya en una situación en la que todo parece estar en su contra.
    Eso permite a la serie dar algo más de espacio a los personajes en estos últimos capítulos. Sea para conocerles un poco mejor como a Pamplona y su inesperado interés romántico por Lisboa, algo utilizado como mero alivio cómico condenado a no llegar a ninguna parte, o simplemente para arreglar lo que parecía casi roto como la relación entre Denver y Estocolmo.
    Además, el tono también se ha diversificado, dejando más espacio tanto al humor como a lo emocional, allanando así el camino a una resolución en la que pesa más el alivio por ver a la banda escapar e iniciar una nueva vida. Ojo, que 'La casa de papel' sigue queriendo jugar con nuestras emociones, aunque seguro que no soy el único que tenía muy claro que nadie había muerto, porque una cosa es sacrificar a uno o dos personajes, pero cargarse a todos los miembros de la banda que permanecían dentro del Banco de España es algo que estaba claro que no iba a suceder.
    Encajando las piezas
    ¿Nos queda entonces un final demasiado complaciente destinado a dejar contentos a todos los espectadores? Puedo entender a quien haga esa lectura del mismo, porque en sí mismo no dejaba de ser la solución más fácil, pero antes la serie opta por hacer algo que podría haberse cargado la simpatía del público hacia los atracadores.
    Me refiero al hecho de que el Profesor deje bien claro que son unos ladrones dispuestos a dejar que se hunda todo un país con tal de salirse con la suya. Que una cosa es que Tamayo te caiga mal y sus métodos lleguen a ser despreciables, algo que la serie sabe utilizar muy bien a su favor al forzarle a aceptar un acuerdo que con otro interlocutor probablemente habría sido imposible, pero otra que quede claro ese egoísmo, que ellos están dispuestos a lo que sea para escapar de allí con el oro.
    En Espinof De 'Las chicas del cable' a 'El tiempo que te doy': todas las series españolas de Netflix ordenadas de peor a mejor Tampoco me olvido de algo que la propia serie explicita al señalar que el hecho de que unas falsificaciones sirvan como gran respaldo económico de nuestro país es algo muy español, con el 'Lazarillo de Tormes' como principal exponente de esa vía. Ese lado más pícaro también tiene su contrapartida negativa en nuestra sociedad, pero en el caso de 'La casa de papel' ha sido el último gran as en la manga del Profesor, y uno que es fácil asumir en lugar de dedicarnos a ponerle pegas. Que habrá quien lo haga, pero eso siempre lo hay, sin importar lo que hagas.
    De esta forma, el cierre de 'La casa de papel' en Netflix es muy satisfactorio, sabiendo integrar todo lo visto previamente, pero también recuperar el hecho de que los personajes son lo primero. Que una cosa puede ser muy trepidante, pero sí lo que les suceda me da igual, la cosa acaba haciendo aguas.
    Aquí se ha sabido utilizar la muerte de Tokio para relanzarlo todo por última vez, sin la necesidad de prestar tanta atención a hacernos sufrir por el destino de sus protagonistas, ya que aquí ha tocado volver a recordarnos por qué nos encariñamos con ellos en primer lugar, logrando así que su desenlace se sienta como algo ganado, y no como un último salto al vacío para sorprendernos.
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    La noticia Por qué el final de 'La casa de papel' es un cierre perfecto para la etapa de la serie en Netflix fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  23. Entre Fans
    Nadie puede dudar de que 'Super Mario Bros' es la película del momento. Está batiendo récords en taquilla y está a punto de entrar en la lista de títulos que han superado los 1.000 millones de dólares de recaudación. Hay muchas cosas en ella que merece la pena destacar, pero yo tengo muy claro que lo mejor de la película es Lumalee, un personaje que está deseando morir. Y tiene todo el sentido del mundo.
    El origen del personaje
    Para entender los motivos por los que Lumalee está deseando abandonar este mundo, minando así la confianza de sus compañeros de reclusión, hay que buscarlo en el lore del universo de Mario en los videojuegos. Lumalee pertenece a la especie Luma, que hizo su primera aparición en el estupendo 'Super Mario Galaxy', estando en el final de dicho videojuego donde encontramos la explicación a esta curiosa tendencia del personaje.
    Durante los momentos finales de 'Super Mario Galaxy', un grupo de Lumas se sacrifican con alegría, siendo succionados por un agujero ***** creado por Bowser. De esta forma, salvan la galaxia y el videojuego tiene un final feliz. Es por tanto lógico que Lumalee esté deseando hacer lo mismo en 'Super Mario Bros. La Película'. Al final es su destino, como también lo era de Mr. Meeseeks en 'Rick y Morty', complicándose, y mucho, las cosas cuando algo le impedía conseguirlo.
    En Espinof 'Super Mario Bros.': cuando llevas al cine un videojuego inadaptable de la forma más rara posible Lo curioso es que la película no haga la más mínima mención a este hecho, por lo que su personalidad puede resultar chocante para algunos espectadores -la verdad es que no he oído ninguna queja sobre que haya un personaje que se podría interpretar como alguien con tendencias suicidas, pero no me sorprendería nada que se me haya escapado esa posible polémica-. Para otros no deja de ser un estupendo guiño a los videojuegos originales, aunque también es cierto que uno no puede evitar pensar qué habrá siendo del resto de Lumas, pues solamente aparece Lumalee...
    En Espinof | 4 de las mejores películas basadas en videojuegos para ver en Netflix, Amazon Prime Video, HBO Max y Disney+
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    La noticia Por qué el mejor personaje de 'Super Mario Bros. La película' está deseando morir fue publicada originalmente en Espinof por Mikel Zorrilla .
  24. Entre Fans
    Hasta este momento, la recta final de la temporada de premios 2022-2023 se vislumbraba apasionante. Las discrepancias entre los resultados de grandes citas como los BAFTA y los Globos de Oro invitaban a pensar en una clausura repleta de sorpresas en la 95ª ceremonia de entrega de los Óscar, pero los premios de los sindicatos repartidos durante las últimas semanas han cambiado drásticamente el escenario.
    Si nos centramos en la pura estadística, 'Todo a la vez en todas partes' tiene todas las papeletas para dar el campanazo en la Academia de Hollywood después de alzarse con los premios gordos de los sindicatos de productores —PGA—, directores —DGA— y actores —SAG—, en los que ha triunfado alzándose, entre otros, con galardones a la mejor película, la mejor dirección y el mejor reparto respectivamente.
    Yeoh, Quan y... ¿Curtis?
    Si doy a entender que el misterio de cara a los Óscar ha terminado perdiéndose casi por completo es por la estrecha relación entre estos y los resultados de los sindicatos. Para comprenderlo mejor, comenzaremos centrándonos en los SAG, cuyo premio al mejor reparto suele ir ligado con una victoria casi segura en la categoría de mejor película.
    Por poner un ejemplo reciente, podemos centrar nuestra atención en la última temporada de premios, en la que 'El poder del perro' de Jane Campion partía como gran favorita tras hacerse con el BAFTA, el Globo de Oro y el Critics Choice. Esto fue así hasta que el sindicato de actores decidió otorgar el premio al mejor reparto a 'CODA', que acabó alzándose con la preciada estatuilla deshaciéndose de un plumazo de sus, a priori, mejor posicionados competidores.
    En Espinof “Nuestra primera película es sobre un cadáver que se tira pedos, vender esta fue bastante sencillo”. Daniels ('Todo a la vez en todas partes') Siguiendo con los SAG, en lo que respecta a las categorías interpretativas tenemos una de cal y otra de arena. El éxito de Michelle Yeoh como mejor actriz principal sugiere que la protagonista de 'Todo a la vez en todas partes' se impondrá a la todopoderosa Cate Blanchett, mientras que Ke Huy Quan, a quien el sindicato ha nombrado mejor actor de reparto, tiene prácticamente asegurado el Óscar en la misma categoría después de meterse en el bolsillo el Globo de Oro.
    La miga en los premios a las mejores interpretaciones del año estará en las categorías de mejor actor principal y mejor actriz secundaria. La primera de ellas presentará una batalla apasionante entre Austin Butler, Colin Farrell y Brendan Fraser, teniendo este último el beneplácito del sindicato. La segunda contaba con Angela Basset como clara favorita por su rol en 'Black Panther: Wakanda Forever', pero la victoria de Jamie Lee Curtis en los SAG ha dejado la estatuilla en el aire, con una Kerry Condon con un buen número de oportunidades a hacerse con ella.
    Mejor dirección y mejor película, sin sorpresas
    En lo que respecta al Óscar a la mejor dirección, si nos ceñimos a la elección de la DGA, Daniel Kwan y Daniel Scheinert deberían cosechar la estatuilla por su labor en 'Todo a la vez por todas partes'. Históricamente, quien triunfa en los premios del sindicato hace lo propio en los de la Academia —sólo ocho ganadores del DGA no han materializado el doblete—, así que, si alguien puede dar la muy poco probable sorpresa, ese es Steven Spielberg.
    ¿Y qué hay de la mejor película? Tras sorpresones como el de 'Sin novedad en el frente' en los BAFTA y con 'Los Fabelman' y 'Almas en pena de Inisherin' levantando los Globos de Oro de drama y comedia respectivamente, parecía que el camino al Óscar iba a estar muy reñido, pero después de las victorias de 'Todo a la vez en todas partes' en los DGA y los PGA está claro que el galardón dorado ya tiene dueño. Eso sí, mucho ojo porque hay runrún con la cinta alemana y lo oportuno de su candidatura en plena invasión rusa a Ucrania.
    A la espera de que el sindicato de guionistas —y el de directores de fotografía, no me olvido– hagan públicos sus veredictos, no queda demasiado espacio para la duda: 'Todo a la vez en todas partes' va a terminar la temporada ocupando el merecido trono como la revolución indie del año. Y por si os quedáis con ganas de más predicciones, en breves publicaremos nuestra quiniela completa para ayudaros a rascar botes en las porras de rigor.
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    La noticia Por qué el Óscar a la mejor película ya tiene dueña: los premios de sindicatos han quitado casi toda la emoción a las quinielas de ganadores fue publicada originalmente en Espinof por Víctor López G. .
  25. Entre Fans
    Ayer le fue entregado al actor Johnny Depp el premio Donostia que este año comparte con la actriz Marion Cotillard (ambos coincidieron en la película 'Enemigos públicos'). El actor agradeció el premio al Festival de San Sebastián y a su director, José Luis Rebordinos, en particular, en una gala que se celebró sin mayores incidencias. También agradeció en su discurso a todos aquellos que creen en su inocencia y criticó la llamada cultura de la cancelación. No conviene olvidar que cuando el pasado 22 de septiembre el premio fue anunciado causó desconcierto y no poca controversia.
    ¿Un momento delicado?
    El protagonista de 'Eduardo Manostijeras' no pasa precisamente por el mejor momento de su vida, ni tampoco, en consecuencia, de su carrera. Todo comenzó por un artículo publicado en el Washington Post por su exmujer Amber Heard llamado "Hablé en contra de la violencia sexual y me enfrenté a nuestro odio cultural".
    A pesar de que la actriz no mencionaba directamente al actor en el artículo, era fácil suponer de quién hablaba. Éste fue el comienzo de una ardua batalla personal y judicial que continúa en la actualidad y de la que todavía no se ha sacado nada en claro. Nada firme, me refiero; sólo una polarización evidente entre los defensores de Heard y los partidarios de Depp, como si esto fuera una timba de póker. Para frívolos los medios, y entre los medios, especialmente, el infierno farisaico de las redes; de los fans y haters ya ni hablamos.
    ¿Una relación tóxica?
    Una de las acciones más determinantes de Depp ha sido demandar al diario sensacionalista The Sun, que lo había tildado de maltratador (en estos días lo de "presunto" ya no se estila, ocupa demasiado espacio en maqueta) por difamación, y el juez no le ha dado la razón en una sentencia que se publicó el pasado marzo, amparándose en la libertad de expresión y prensa, pilares de la cultura occidental para mal y para bien.
    En Espinof Venganza, demandas y 16 millones sin llegar a rodar 'Animales fantásticos 3': así se ha hundido la carrera de Johnny Depp, según THR Johnny Depp también ha contraatacado en múltiples ocasiones acusando a su esposa de maltrato, dando a entender que lo que había entre ellos era algo similar a lo que los libros de autoayuda llaman "una relación tóxica". Tampoco conviene pasar por alto que en febrero de 2020 el Daily Mail sacaba a la luz unas declaraciones de 2015 en las que la actriz afirmaba ser ella quien pegaba a Depp.
    Justo es señalar que el audio se refiere a un incidente concreto, y por tanto, no resta responsabilidad al actor, pese a su indudable impacto. Esto ocurría antes de que la pareja todavía no hubiera llegado un acuerdo sobre su divorcio y de que el juzgado diera la razón a The Sun. Depp declaraba, por aquel entonces:
    Desde luego, ésa es el punto de vista de Depp, que apoyan sus exparejas Winona Ryder y Vanessa Paradis, y comparten sus admiradores, que no son pocos. Sobre el caso en sí, resulta altamente imprudente, o cuando menos insensato, pronunciarse todavía. Incluso tras la resolución del caso, que tendrá lugar en un juzgado del Estado de Virginia, sería difícil llegar a una conclusión inequívoca. A eso volveré más adelante.
    ¿Ser inocente o parecer inocente?
    A partir de la resolución del juicio contra The Sun, la opinión social estalló contra Depp de una forma un tanto injusta, puesto que se trataba sólo de una parte del proceso que no llegaba a una resolución final ni consideraba probado que el actor era un maltratador.
    Los medios, sobre todo las redes sociales, volvieron a dividirse y a radicalizarse, como viene siendo habitual, y Depp fue reemplazado de la saga 'Animales fantásticos', convirtiéndose además en víctima de la temible cultura de la cancelación, tan extendida en EEUU, y que consiste en quitar de en medio a cualquier persona que tenga un perfil mínimamente problemático, independientemente (y ojo a ese independientemente) de que sus acusaciones hayan sido probadas ante un tribunal, de una forma muy similar a la que bloqueamos a un usuario molesto de nuestro timeline porque su discurso nos incomoda, nos perturba o no nos interesa.
    En Espinof Gina Carano y otros 23 actores despedidos con polémica de películas y series de televisión Parece ser que en estos tiempos siniestros uno no sólo tiene que ser respetable, sino sobre todo, parecerlo, hasta tal punto de que la imagen llegue a pesar más que una realidad demostrada y sopesada por profesionales. Es algo parecido al "algo habrá hecho". Esta paradoja no ha hecho más que avivar el debate entre la separación de obra y artista, vida profesional y personal. Pero insisto: el proceso sigue en curso. ¿Tanta prisa tenemos por posicionarnos y elegir ganador?
    Historia comprimida del premio y sus galardonados
    Repasemos brevemente la historia del premio Donostia, de considerable repercusión internacional. Dichos galardones se empezaron a entregar en 1986 y el primer premiado fue Gregory Peck. Entre 1986 y 1990 los premios fueron irreprochables, centrándose en el campo de la interpretación: Glenn Ford, Bette Davis, Claudette Colbert, Vittorio Gassman. A partir de entonces el evento se volvió más mediático, rebajando asimismo el nivel de los galardonados.
    Hay que entender que hablamos no de la calidad del trabajo del premiado sino de su repercusión en la Historia del Cine. Plantearnos si su labor será recordada dentro de cincuenta o cien años, por ejemplo. Y aunque está claro que no olvidaremos la presencia de Anthony Perkins, galardonado en 1990, en un clásico como 'Psicosis'... ¿merece su pintoresca trayectoria un premio a la altura del entregado a Gregory Peck o a Bette Davis? Posiblemente no; por mucho que a quien esto escribe le encanten 'La pasión de China Blue' o 'Al borde de la locura'.
    A partir de 1994 los premios se diversificarían, por un lado para evitar las críticas, y por otro lado para aumentar su diversidad e inclusividad, así como para extenderse a artistas de otras categorías. Desde entonces, el balance es irregular: se suceden galardones irreprochables (los más: Lauren Bacall, Susan Sarandon, Catherine Deneuve, Max Von Sydow, Fernando Fernán Gómez, Robert de Niro, Vanessa Redgrave, Warren Beatty, Francis Ford Coppola, Meryl Streep, Agnès Varda, Isabelle Huppert, Woody Allen, Denzel Washington, Hirokazu Koreeda), comprensibles (Penélope Cruz, Antonio Banderas), prematuros (y muy mediáticos: Viggo Mortensen, Willem Dafoe, Sean Penn), indiferentes (a gusto del consumidor: Michael Douglas, Richard Gere, Julie Andrews, Ben Gazzara, Judi Dench, Ethan Hawke, Julia Roberts, Glenn Close), disctutibles (Lana Turner, Anjelica Huston, Jeff Bridges) y unos cuantos que cabría tildar de disparatados (Annette Bening, Matt Dillon, Monica Bellucci, Hugh Jackman, Emily Watson).
    ¿Merece realmente Johnny Depp el reconocimiento?
    Conste que me parece un buen actor y un tipo con el que, a priori, me tomaría un café, una birra o una tapa de alioli... lo que es de por sí una estupidez, porque seguramente él no estaría dispuesto a tomarse ninguna de estas cosas conmigo. Con esto doy fe únicamente de una impresión personal, que a menudo suele ser errónea. He trabajado con actores y he podido comprobar, con sorpresa, que aquellos que tienen una imagen pésima suelen ser encantadores y viceversa.
    El cine es la gran mentira, no lo olvidemos. Y el cine unido al marketing ya es la bomba. Pero... ¿merece la trayectoria de Depp ponerse a la altura de la Susan Sarandon, Meryl Streep o Dustin Hoffman? No hay duda que con la franquicia de 'Piratas del Caribe' ha creado un personaje icónico, popular y probablemente imborrable.
    Justo es reconocer su extraordinaria conexión con el director Tim Burton: al margen de su colaboración en 'La novia cadáver', en las excelentes 'Eduardo Manostijeras' y 'Ed Wood', en la simpática 'Sombras tenebrosas' y en la aceptable versión del clásico 'Charlie y la fábrica de chocolate'. Dejando esta parte, desde luego relevante, de lado, su carrera es ciertamente irregular.
    En Espinof Todas las películas de Tim Burton ordenadas de peor a mejor Posee películas interesantes e incluso notables: 'Cry-baby el lágrima', 'Dead man', 'A la hora señalada', 'El llanero solitario', 'Enemigos públicos'. Algún fiasco de ingrato recuerdo, como su debut en la dirección, 'The brave'. Pero la mayoría son títulos correctos tirando a olvidables, muchos de ellos en su momento sobrevalorados: véase 'Benny and Joon', ¿A quién ama Gilbert Grape?' o 'Donnie Brasco'.
    Su mezcla de excentricidad e intensidad a menudo resulta indigesta cuando no hay un buen director al mando. Curiosamente, en este momento tan particular de su vida, volviendo al cine independiente, es cuando Depp está realizando sus mejores trabajos. Tanto en 'Richard dice adiós' como en 'El fotógrafo de Minamata' da lo mejor de sí mismo. No es extraño que ambas películas hayan sido ignoradas por público y crítica. A pesar de ello y a modo de conclusión, resulta opinable si el legado artístico del actor merece tal reconocimiento, sobre todo teniendo en cuenta el nivel de muchos de los anteriores galardonados. Y todo lo opinable es discutible.
    ¿Una decisión inoportuna?
    Los colectivos feministas, con la asociación de mujeres cineastas, CIMA, al frente, han atacado la iniciativa calificándola de poco oportuna. Y yo me siento incapaz de quitarles la razón, puesto que es indudable que está de su parte. La RAE define oportuno como "que se produce o se realiza en unas circunstancias o un momento buenos para producir un efecto deseado".
    Galardonar a un artista con una causa judicial pendiente es, desde luego, inoportuno e irresponsable, y más en un momento en el que existe una especial y más que necesaria sensibilidad con los temas relacionados con el abuso y la violencia de género. Pero en este caso sería necesario determinar también qué efecto o fin concreto perseguían realmente sus responsables.
    ¿Una decisión valiente?
    No obstante, también es preciso reconocer que todo lo inoportuno tiene algo de valiente, como toda irresponsabilidad conlleva una dosis de valor. Es probable que el Festival de San Sebastián buscara levantar una polvareda que llegara a los medios internacionales en unos tiempos en los que la Covid no nos ha abandonado del todo.
    Si es así, lo han conseguido plenamente (es decir, han logrado el efecto deseado), pero también hay que tener en cuenta que han medido muy bien el alcance y el riesgo de su gesto: si bien otras personas cuyas vidas han sido manchadas, en algunos casos irremisiblemente, por la cultura de la cancelación despiertan una inmediata e innegociable antipatía, la figura de Depp corre en este sentido pareja a la de Woody Allen. Existe, por tanto, un riesgo, pero un riesgo medido, calculado.
    En Espinof Woody Allen revela en sus memorias que Louis C.K. le ofreció el papel de director pedófilo en 'I Love You, Daddy' Cabe pensar que el premio a Johnny Depp también busque, simbolice o represente una protesta contra el clima puritano en torno a la cultura de la cancelación. Una provocación, sí, pero también una decisión consecuente y meditada. Podremos estar de acuerdo o no, pero Depp también es una muestra viva de un estado de las cosas, del artista vetado y, como decíamos antes, de la separación de la obra y el artista.
    Puesto que la cultura de la cancelación es como una enorme mopa que te quita del tablero mediático, puede pensarse que los responsables del premio hayan pensado que se trataba de un ahora o nunca. Porque el de Depp sea un tema candente y de absoluta actualidad principalmente porque está en curso. Más responsable, e igual de simbólico, hubiera sido premiar a un director como Roman Polanski o a un humorista como Louis C.K., cuyos méritos en sus respectivos campos, en mi opinión, son superiores a los de Depp, y de cuyos casos si poseemos toda la información para establecer un posicionamiento sin pillarnos los dedos.
    La decisión de premiar a Depp es, siguiendo la misma línea de reflexión, una postura irresponsable, pero no menos que aquellos y aquellas periodistas y activistas que no tienen ningún tipo de reparos a la hora de condenar al actor en las redes sociales, negándose a entrevistarle o a dar publicidad al premio. Las palabras y los actos quedan escritos y puede que en algún momento se vuelvan en nuestra contra.
    Así, los encargados de haber premiado a Depp siempre podrán acogerse a la idea de la separación del artista y su vida, pero sus detractores serán cómplices en cualquiera de los casos de su marginación y linchamiento. En un momento en el que parece imprescindible tener una opinión sobre todo, hay veces que la salida más noble y respetable para el profesional y para el periodista es no tener opinión o no compartirla por prudencia. Porque esa opinión puede ser una intuición, un acto de fe, pero no está contrastada y por tanto no es relevante y sólo aportará confusión.
    En Espinof Lo que la corrección política se llevó: 16 películas aclamadas en su momento que ahora resultan incómodas Incluso llego a poner en cuarentena si una vez dictada la sentencia sabremos realmente la verdad de lo que ha ocurrido entre Heard y Depp. El aficionado a leer historias secretas del Hollywood sabe bien que de muchos de sus escándalos más sonados no se conoció una versión fidedigna hasta varios años después de su fallecimiento, como en los casos de Fatty Arbuckle, acusado de violación, o Clara Bow, acusada de ninfomanía cuando un Hollywood hipócrita consideraba esto delito, que en su momento fueron arrojados a la pira por cientos de periodistas a nivel mundial, como ocurre ahora con estas personas. No seré yo uno de ellos.
    El (escurridizo) punto de vista del festival
    José Luis Rebordinos, director del certamen, tras la repercusión internacional de la iniciativa, defendió la decisión en un texto tan hábil como tramposo. Rebordinos apela a la presunción de inocencia y al derecho a la reinserción. Ojo, al mismo tiempo. En torno a la presunción de inocencia cabe hablar de nuevo de una separación entre dos mundos, uno que aboga por el cambio y otro renuente a cambiar. Pero... ¿ese cambio sería necesariamente para bien?
    No olvidemos que la presunción de inocencia es una de las bases de la democracia y su contrario, la necesidad del individuo de demostrar que es inocente, una de las claves del sistema totalitario. ¿En qué momento defender la presunción de inocencia se convirtió en algo fascista y antifeminista? El error, en cualquier caso, está en relacionar los dos conceptos para protegerse sea cual sea la resolución del caso. No cabe hablar de derecho de reinserción para una persona presuntamente inocente y vicerversa.
    Por otro lado, entendemos la reinserción social como un proceso posterior a un castigo o, por lo menos, a un desembolso económico. ¿Pretende Rebordinos concederle al actor el derecho a reinserción de forma inmediata, antes incluso de haber sido juzgado? Igualmente, al hablar de una "sociedad patriarcal" el director del festival está cayendo en la trampa de emplear los mismos términos de quienes acusan al actor, quizá para buscar una suerte de conciliación aparente: usa y legitima un concepto muy extendido y abiertamente abstracto, el de patriarcado, preconizado por feministas radicales como Dworkin o McKinnon hace más de treinta año, cuyos puntos de vista han sido rebatidos en muchas ocasiones desde entonces gran cantidad de sociólogos e incluso de feministas disidentes al pensamiento hegemónico.
    En Espinof Las 21 mejores películas sobre el poder del periodismo Por citar un ejemplo español, ahí tenemos a la siempre controvertida Loola Pérez, que en su exitoso libro 'Maldita feminista' explica que considerar la nuestra como una sociedad patriarcal en comparación con otras como Afganistán e Irán, en las que las mujeres apenas tienen derechos frente al dominio exclusivo de los hombres, no es sólo una exageración sino una metáfora contraproducente con todo lo conseguido hasta el momento. Y reconocer y aplaudir lo conseguido no significa necesariamente que no queden cosas por conseguir.
    No hace falta recurrir a 'El gran carnaval' de Billy Wilder, ni siquiera a 'Un rostro entre la multitud' de Elia Kazan: el cine y el periodismo cultural continúan siendo hervideros de medias verdades, circos de tres pistas donde reinan los tabúes, las demagogias y las boutades. Lo que es preocupante es que ahora el juego, que siempre ha existido y siempre ha sido inmoral, frívolo y sanguinario, incluya la reputación de vidas ajenas y el derecho al honor y a la imagen de personas reales.
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    La noticia Por qué el premio Donostia a Johnny Depp es una decisión valiente y, al mismo tiempo, problemática fue publicada originalmente en Espinof por Pablo Vázquez .
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